Congreso revuelto
Martha Gonz�lez
En el Congreso local los demonios andan sueltos y en este segundo a�o veremos el estira y afloja al m�ximo.
Hace unos d�as, el grupo parlamentario del PT perdi� un diputado, mismo que se fue ni m�s ni menos que al PAN.
Luego el l�der de la bancada y el del partido dijeron que personeros tricolores se hab�an acercado a los legisladores petistas con la intenci�n de reventar la alianza de Morena con sus compa�eros.
Ya luego Anuar Azar, l�der de la bancada panista, dice que �l no le hace el trabajo sucio al tricolor no pretende nada en contra de Morena.
La cosa es que no es el primer diputado que pierden los morenistas y seguramente seguir�n los intentos por romper su mayor�a.
Esas son las estrategias que siempre aplican los partidos -en particular el PRI es experto- para pelear en este tipo de asuntos, bien dicen que en la guerra y en el amor todo se vale.
Los que necesitan ponerse m�s alerta son los morenistas, trabajar m�s en sus estrategias y desarrollar oficio pol�tico.
Maurilio Hern�ndez ha conseguido permanecer al frente del grupo parlamentario y es probable que al fin de este a�o, cuando pase la elecci�n interna de su partido, habr� m�s calma y podr� tener mejor control de su bancada.
Mientras tanto, necesita jalar un poco las riendas dentro y fuera, o se le van a salir de control.
En el inicio del periodo, dio un discurso bastante duro, en el que acus� a sus compa�eros diputados de retrasar el trabajo legislativo, luego de que el resto de los l�deres parlamentarios dijeron desde tribuna que era menester ser m�s productivos.
Ese es el ejemplo claro de c�mo se llevan al interior del Congreso las fuerzas pol�ticas y de c�mo algunos colmilludos le juegan al inocente, pero apu�alan por la espalda.
Buena voluntad
El presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador insiste en pedirle a los delincuentes que se porten bien, mientras que la violencia estalla por todas partes y la Guardia Nacional no termina por llegar a donde la necesitan.
No sobran los buenos deseos del Ejecutivo Federal, sin embargo, necesitamos mucho m�s que eso para frenar la violencia que no cede.
La lista de muertos crece todo el tiempo, junto con los territorios violentados y nada parece detenerlo.
Ests es una prioridad y ya no puede esperar.