En el marco del D�a Internacional para poner fin a la violencia contra las trabajadoras sexuales, que se conmemora este 17 de diciembre, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminaci�n de la Ciudad de M�xico (COPRED) llama a impulsar el reconocimiento y el ejercicio de los derechos de estas personas sin discriminaci�n y subray� la importancia del reconocimiento legal del trabajo sexual como tal.
A partir de estas necesidades, el Consejo expuso que se impulsan continuamente acciones de acompa�amiento y trabajo conjunto con organizaciones, colectivos, activistas y las propias personas trabajadoras sexuales.
De acuerdo con la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) este tipo de violencia se define como el uso deliberado de la fuerza f�sica o el poder –ya sea contra uno mismo, otra persona, grupo o comunidad que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, da�os psicol�gicos o trastornos del desarrollo. Existen factores que influyen y promueven la violencia hacia las personas trabajadoras sexuales, entre los que destacan la estigmatizaci�n asociada al trabajo sexual, criminalizado en la mayor�a de los entornos, as� como la discriminaci�n basada en el g�nero, la pertenencia �tnico-racial, el estado serol�gico, el consumo de sustancias y otros factores.
El Copred indic� que los aspectos socioculturales relacionados con el estigma y la discriminaci�n generan violaciones a los derechos humanos de las PERTS, y abusos que rara vez se consideran en la discusi�n sobre la violencia basada en el g�nero. Adem�s, existen varios contextos, din�micas y factores que les exponen al riesgo de sufrir violencia. Entenderlos es clave para dise�ar respuestas adecuadas.
Las�vulneraciones de los derechos humanos que deben ser consideradas como violencia contra las personas trabajadoras sexuales son las siguientes:
- La extorsi�n econ�mica.
- Negarles o privarles de alimentos u otros art�culos esenciales.
- Detenciones arbitrarias, sometimiento a registros corporales invasivos o arrestos por parte de la polic�a.
- El arresto o encarcelamiento en centros de detenci�n y centros de rehabilitaci�n de forma arbitraria y sin el correspondiente proceso.
- La detenci�n o amenaza de arresto.
- Negarles o privarles del acceso a los servicios de salud.
- Ser objeto de procedimientos de salud coercitivos, incluyendo pruebas obligatorias de VIH y ETS, la esterilizaci�n, entre otros.
- La degradaci�n o humillaci�n p�blica.
- Violencia en el lugar de trabajo. Esto puede incluir violencia por parte de los clientes u otras personas compa�eras de trabajo, as� como en establecimientos donde se ejerce el trabajo sexual.
- Violencia por parte de la pareja o miembros de la familia, quienes pueden pensar que es aceptable utilizarla para �castigar� a partir de la estigmatizaci�n del trabajo sexual.
- Violencia en espacios p�blicos.
- Violencia no estatal organizada: las personas trabajadoras sexuales pueden ser v�ctimas de la violencia por parte de grupos delincuenciales, paramilitares, extremistas religiosos, entre otros.
- Violencia estatal por parte de personal militar, personas funcionarias y, en mayor medida, polic�a.
El Copred hizo un llamado a las instituciones y a la sociedad en general a cumplir con los siguientes puntos:
- Promover la plena protecci�n de los derechos humanos de las personas que ejercen el trabajo sexual.
- Rechazar las intervenciones fundadas en los conceptos de �rescate� y rehabilitaci�n. Tales allanamientos privan a las personas de su agencia (la elecci�n, el control y el poder de actuar por s� mismas) y aumentan la probabilidad de sufrir actos violentos.
- Promover la perspectiva de g�nero en las estrategias.
- Utilizar los m�todos participativos. Las personas trabajadoras sexuales deber�an ocupar espacios de participaci�n que les permitan identificar sus problemas y prioridades, analizar las causas y elaborar soluciones.
- Adoptar un enfoque integral que incluya servicios de salud, sector legislativo y judicial.
- Responder con sensibilidad, sin estigmatizar y revictimizar a las personas trabajadoras sexuales que han sido objeto de cualquier tipo de violencia.
- Evaluar los programas para identificar estrategias que reduzcan los factores de riesgo y los niveles de violencia que enfrentan las personas trabajadoras sexuales.
La instituci�n expuso que mientras no exista un reconocimiento del trabajo sexual como trabajo, asociado a un cambio cultural que promueva la eliminaci�n de estigmas y genere conciencia en torno a la vulnerabilidad de estas poblaciones y su igualdad de condiciones para acceder a todos los derechos, seguir�n viviendo violencias y criminalizaci�n por parte de diversos sectores de la sociedad.
Emmanuel Hern�ndez