Los nuevos gobiernos municipales est�n todav�a muy enrollados en el asunto de la entrega recepci�n y resolver lo m�s inmediato, y en muchos casos es grave el problema. Sin embargo, tarde que temprano van a tener que enfrentar uno de los temas m�s conflictivos que nos dejaron la pandemia y los malos gobiernos municipales: el ambulantaje.
La semana pasada el gobernador Del Mazo reiter� que la prioridad es la salud, pero si nos cuidamos y con las medidas preventivas, se podr�n mantener abiertas las actividades.
Ya tenemos abiertas plazas y centros comerciales, con medidas de control que, b�sicamente toca a los ciudadanos obedecer, para que todo avance.
Se trata de decenas de miles de familias que dependen de estos empleos y era urgente apoyarles.
El problema es que mientras con los empresarios formales avanzan negociaciones y se acuerdan protocolos, el ambulantaje creci� sin control por Toluca y por todo el estado.
En cualquier colonia puede uno toparse con puestos improvisados en sus propias casas o autos, que ofrecen cualquier cantidad de productos. Mercaditos y tianguis que nacen al amparo de la necesidad de un d�a para otro.
Hay de comida, dulces, bolsas, peluches, vaya, la lista es interminable y ah� se topa uno con gente ajena a las grandes mafias del ambulantaje.
Se trata de ciudadanos comunes que no tienen empleo gracias a la pandemia, no les alcanza con el ingreso familiar o encontraron que conven�a m�s esta actividad que un trabajo mal pagado y sin prestaciones sociales.
Hay estudios que concluyen que, antes del Covid, s�lo el 58.06 por ciento de los mexiquenses contaba con un servicio de salud garantizado y casi el 80 por ciento de los negocios eran irregulares.
Es decir, que al menos 6 millones de mexiquenses no ten�an cobertura de salud, lo que significa que se ven obligados a pagar por esos servicios de manera independiente o a depender del Insabi, que nada m�s no termina por funcionar.
En M�xico, hoy nadie se puede dar el lujo de rechazar un empleo por no tener seguridad social y muchos han terminado trabajando en las calles.
Luego de la pandemia ser� necesario hacer un recuento para conocer las condiciones en las que nos quedamos, pero el panorama no es nada alentador, porque estas p�simas condiciones no son producto de la pandemia nada m�s, ya las tra�amos arrastrando.
Por lo pronto, es urgente que los gobiernos municipales hagan su parte y empiecen a revisar, al menos, que en los sitios irregulares se cumplan algunas medidas sanitarias b�sicas, para que no sigan siendo focos de infecci�n.
Ser� muy dif�cil erradicarlos, por las razones que sea, al menos tendr�n que revisar que usen gel, cubrebocas y sirvan s�lo para llevar.