El gobierno del presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador se ha caracterizado por tratar de construir ante la ciudadan�a -ante el imaginario colectivo-, dir�an unos, un nuevo pa�s con una realidad distinta, con nuevos actores pol�ticos (la gran mayor�a ex pri�stas y un buen n�mero de tr�nsfugas de la tradicional izquierda mexicana que abandonaron sus principios), con los mismos objetivos de los gobiernos neoliberales en cu�nto a las pol�ticas hacendarias y fiscales, y a�n as�, dice este gobierno con una narrativa que afirma y reafirma todos los d�as, que la soluci�n a los viejos problemas nacionales est� en marcha, en proceso y que los resultados est�n a la vista; que solo un necio o un ciego no quieren ver.
Y aunque parece que es tarea de un s�lo hombre, debemos reconocer que los asesores presidenciales han hecho muy buen trabajo ayudados siempre por los brazos fiscales y legales que otorgan a cada Estado el valor coercitivo que desde su surgimiento, le han permitido utilizar la informaci�n que los propios ciudadanos le proporcionan.
Los asesores del presidente le van dosificando semanalmente a las informaciones previamente seleccionadas para ir marcando la agenda de las pr�ximas semanas con base a una hoja de ruta que fue trazada desde a�os atr�s, y que se encuentra en buena medida, contenida en los distintos libros publicados por el presidente, antes y durante su encargo actual.
Cada ma�ana pareciera que los temas son novedosos pero las palabras son siempre las mismas, para que los que reciben el mensaje no olviden que “no somos iguales”, “no somos corruptos”, “nosotros s� estamos dando resultados”, “nosotros s� estamos con el pueblo” y entonces quienes est�n a favor del gobierno se cercioren cada ma�ana que el pa�s avanza con ellos hacia el fin de las desigualdades y de la pobreza, aunque s�lo sea en la narrativa presidencial y las frases que repiten obligadamente, desde el presidente del comit� ejecutivo nacional de Morena, hasta los presidentes municipales que hasta imitan el modo de hablar del l�der.
Y eso de ninguna manera es malo, no, todo lo contrario, es tan bueno que todos los dem�s pol�ticos no son capaces de escapar del canto presidencial (o mejor dicho, respetuosamente, del canto de las sirenas) y escuchar a los profesionales de la comunicaci�n pol�tica y los estrategas que ven cada d�a, la oportunidad de contrarrestar con argumentos alguna aparente pifia, pero como el dise�o es perfecto y “los errores” presidenciales, no lo son, entonces ni los presidentes partidistas ni los legisladores o los empresarios, se atreven a morder el anzuelo y esperan que todo caiga por su propio peso, porque como dice el refr�n “nada es para siempre”.
Parece una estrategia adecuada pero en mi opini�n no experta, las decisiones de comunicaci�n pol�tica profesionales deber�an estar ya tom�ndose, por lo menos en lo que respecta al Estado de M�xico, lejos del parecer del dirigente nacional del PRI.
A qu� me refiero: a que la Alianza debe empezar a construir una serie de mensajes especialmente formulados para los mexiquenses de las zonas rurales y urbanas de la entidad. A que en base a las necesidades de los diferentes grupos sociales se capten las necesidades de una posible oferta pol�tica competitiva y que �sta sea contrastada con algunos de los mensajes m�s prominentes que han sido machacados durante cuatro a�os desde el p�lpito presidencial.
As�, estar�an construyendo una posible narrativa que, para empezar, buscar�a decir algo distinto a lo que se ha dicho, la gran mayor�a de las veces sin �xito, por los dirigentes partidistas.
Esa narrativa, deber�a ser utilizada para qui�n resulte la candidata y para entonces, ya deber�a haber sido contrastada con lo que muy seguramente,los mismos asesores del presidente, le habr�n de construir a la candidata Delfina G�mez, con base a la misma estrategia que se implementa desde el arranque de la administraci�n federal.
Si hacen caso a los expertos reales en comunicaci�n pol�tica y deben ser los mejores, as� como las mejores casas� de encuestas que est�n disponibles, la construcci�n de la oferta pol�tica de la Alianza debe incluir los postulados ideol�gicos de quienes forman la Alianza en el Estado de M�xico, solo requerir� de las estructuras partidistas y de la figura principal que saldr� de las figuras ampliamente mencionadas en la pol�tica estatal.
Por Alfredo Mart�nez