El aviso de Movimiento Ciudadano de no participar en las elecciones para las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México, anunciado ayer provocó reacciones encontradas en la sociedad, los analistas políticos y las fuerzas políticas en el ámbito estatal y nacional.
La razón, es la que se ha venido manejando entre servidores públicos desde 2019, cuando se dio a conocer información financiera del gobernador Alfredo Del Mazo Maza. A la fecha, muchas y muchos, en las oficinas públicas opinan que el estado de México será entregado al movimiento del presidente y sus aliados políticos. Los morenistas afirman a todo aquél que los escucha, que este arroz ya se coció y se ven en la gubernatura, no solo por la diferencia a favor de la maestra Delfina Gómez Álvarez en las encuestas, sino porque también ellos dicen, partiendo de la buena relación del mandatario estatal con el federal, que les van a entregar el gobierno, como si eso fuera tan certero como la vida y la muerte.
También muchas y muchos valientes afirman que eso no va a suceder, que habrán de luchar y trabajar para que la voluntad de los electores pero sobre todo el trabajo de convencimiento personal entre familiares y amigos impida que la voluntad de quienes desean que el Estado de México siga siendo el más productivo y mantenga los niveles de crecimiento de su economía y de inversión pública y privada, en el ritmo por lo menos de los últimos veinticinco años.
Y decimos que valientes porque hay personajes de todo tipo y en todos los niveles sociales como maestros, trabajadores del campo, taxistas, servidores públicos de distintos niveles de gobierno, trabajadoras domésticas, empresarios y toda clase de personas de todos los rincones del Estado de México que sí ven a la candidata de Morena al frente en las posibilidades de ganar la elección y qué, sin embargo, manifiestan su desacuerdo en que haya una réplica en la forma de gobernar este gran Estado, similar al estilo de gobierno que se ejerce en la Ciudad de México, donde la jefa de gobierno repite todo lo que dice el presidente Andrés Manuel López Obrador y hace lo que le indican desde el púlpito presidencial.
No hay duda en muchos ciudadanos en que si ganan la elección Morena y sus aliados el próximo 4 de junio, muchas cosas van a cambiar, para empezar, con el cambio de las políticas públicas que dejarían a muchas y muchos empresarios sin la posibilidad de contar con un gobierno que dé certidumbre jurídica a las inversiones y con políticas públicas orientadas a todos los sectores sociales por igual.
También hay quienes temen que la hipotética gobernadora Delfina Gómez multiplique en la entidad sus desaciertos como gobernadora, tal y como hizo en su paso por la secretaría de educación pública federal y donde la Auditoría Superior de la Federación encontró recientemente, irregularidades financieras por mas de ochocientos millones de pesos.
Volviendo a Movimiento Ciudadano es evidente que Dante Delgado Rannauro ya se dio cuenta que el Estado de México es diferente a Jalisco, Campeche o Nuevo León y que aquí la política tiene un elevado nivel de competencia, ya que la candidata emanada del partido tricolor y que encabeza la Alianza por el Estado de México, Alejandra Del Moral Vela, ha ido paulatinamente aumentando su imagen pero también ha incrementado su intención de voto.
Lo real es que Juan Zepeda Hernández no ha creció políticamente y se dirigía con certeza a una cuarta derrota electoral consecutiva ante la falta de desarrollo de los cuadros políticos al interior del partido naranja, que hacían imposible ser competitivo a MC. Ahora, porqué Delgado Rannauro no alentó la promoción de sus militantes locales, parece deberse a la comparsa que ha venido haciendo en favor de Morena en distintas elecciones estatales.
A nadie sorprendió la decisión del de Nezahualcóyotl ni el anuncio de la dirigencia nacional ni las razones de que el Estado de México está negociado y habrá alternancia política, porque eso es algo que se ha venido mencionando desde hace tiempo ante la sana distancia que el gobernador tuvo con su instituto político, excepto para definir la candidatura de quien muy probablemente será su sucesora, porque la militancia del PRI está motivada, envalentonada y con una candidata que ha venido creciendo su imagen y apoyo entre los militantes y simpatizantes de Acción Nacional, del Partido de la Revolución democrática y de Nueva Alianza.
Porque, además a Dante Delgado no debió caerle nada bien que se estima en el PRI que de cada 10 votos que podría tener MC, 8 serán para la candidata Alejandra Del Moral y 2 a Delfina Gómez.