¿Y la crisis post pandemia?
La crisis post pandemia será lo más complicado de superar en los años venideros y uno esperaría que hubiera sido parte central de las campañas, pero ninguna de las candidatas a la gubernatura mexiquense se ocupó.
Lo cierto es que ya había una perspectiva económica difícil, pues teníamos signos graves de un estancamiento económico por una recesión, luego de varios trimestres sin crecimiento.
Luego, el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador complicó aún más las cosas, no solo en la entidad, sino en todo el país.
Aún así, algunos sectores empresariales estaban confiados en que este sería un buen año, porque tenían perspectivas interesantes en torno a proyectos como la red aeroportuaria y el tren México-Toluca, que darán un fuerte impulso a la entidad y otros proyectos de movilidad en el oriente y el Valle de México.
Por fortuna esos proyectos están dentro de los que López Obrador consideró como esenciales y continuaron vigentes a pesar de la pandemia, ya anunció en su última visita el presidente que los entregará antes de terminar su gobierno, pero se retrasaron tanto que ni idea tenemos de cómo va a resultar eso al final.
Sin embargo, los efectos del cierre de negocios por las medidas de aislamiento casi destruyeron a buena parte del sector económico y muchos no lograron sobrevivir. A algunos los vimos vendiendo sus productos en las calles para sobrevivir.
El actual gobierno mexiquense está haciendo esfuerzos interesante para impulsar al sector y deseamos que todo le vaya bien a la secretaria Laura González, para que a todos nos vaya mejor.
Agua
La sequía que todavía no conseguimos superar, a pesar de las lluvias tardías, nos puso nuevamente frente a un espejo que nos hace recordar la parte que no nos gusta.
En el Valle de México el efecto del daño al Sistema Cutzamala es más grave, pero no es la única región afectada. Lo peor, no es la primera vez, ni será la última que estamos en aprietos por la escasez de agua, por el contrario, este puede ser el problema más grave de nuestra entidad en un futuro muy cercano.
Mientras, no ha faltado quien pretenda politizar el tema. Algunos alegaban incluso que les habían cerrado la llave a propósito, con la intención de afectar a las administraciones municipales y hasta acudieron al Palacio de Gobierno con exigencias en tono beligerante.
Hoy saben bien que la historia es otra y muy distinta. Para empezar, es el Sistema Cutzamala el que decide sobre la dotación y los cortes de agua. Esa infraestructura hidráulica es operada por el gobierno federal, no por el estatal.
Es decir, está en territorio mexiquense, explota nuestros recursos, pero no está bajo la responsabilidad de la autoridad estatal. Peor aún, la mayoría del agua se va a la Ciudad de México, a precios irrisorios.
Tal vez ahora sí se logre hacer un frente unido con el gobierno estatal para exigir mejor trato por parte del gobierno federal en esta materia, un pago adecuado de la Ciudad de México o ambas cosas.
Lo cierto es que desde Arturo Montiel, ningún gobernador mexiquense ha vuelto a dar esta batalla, lo que es una lástima, porque valdría la pena pelear estos recursos.
Mientras eso sucede, estaría bueno también que los municipios revisaran primero lo que en sus territorios ocurre con el agua.
Y es que, según estimaciones oficiales, casi el 40 por ciento se desperdicia en fugas de las redes de distribución municipales.
Esta es una situación genérica en los valles de México y de Toluca. Los gobiernos municipales suelen invertir poco en su propia infraestructura y en la solución de sus problemas, que ahora, con la diversidad de partidos en el poder, utilizan como herramienta política.
Martha González Aguilera