Cuando el Paris Saint-Germain sentía el partido ganado, por los goles de Kylian Mbappé y Marco Asensio en 48 minutos, un gol de Bakwa puso todo en duda para el líder, necesitado de dos paradas de Gianluigi Donnarumma antes y después para una victoria apurada en Strasbourg, con el susto final del fallido remate de Sylla, con un cabezazo tan solitario como decepcionante frente al cancerbero italiano.
Donnarumma asume un papel decisivo en esta temporada en el actual campeón de la ‘Ligue 1’. Una vez, con 0-0, a los 39 segundos. Otra, recién encajado el 1-2, en el minuto 66. Junto a Mbappé, que alcanzó ya los 20 goles en la competición liguera, que suben a 29 en 28 encuentros entre todos los torneos. En su debe falló un penalti.
Lo paró Alla Bellarouch. Pero el portero marroquí, debutante en la ‘Ligue 1’ a sus 22 años, pasó de la apoteosis de pararle una pena máxima al poderoso y admirado Mbappé, al minuto 6, a la desolación, al fiasco, de un despeje que interceptó Marco Asensio y transformó el goleador francés para abrir el marcador a la media hora. El gol más fácil para él. Sin oposición, a portería vacía.
En una competición en la que sus individualidades son tan superiores, por extensión también su equipo, por más que muchas veces no lo demuestre con la visibilidad y las victorias que debe, el PSG no necesita apenas nada, ni siquiera un caudal aceptable de juego o de posesión, para generarse una oportunidad de la nada: un penalti al borde del minuto 4.
El penalti y el gol fueron los únicos remates entre los tres palos del actual campeón y líder francés, invencible en sus últimos 17 partidos como visitante en este torneo (incluido el triunfo de este viernes), con la mejor racha a domicilio actual de las cinco grandes ligas europeas y sin una sola derrota en las 16 jornadas más recientes, desde el 2-3 del 15 de septiembre con el Niza. Hace cuatro meses. Pero también varias veces al límite del tropiezo.
Al minuto 48, todo pareció resuelto. Otro regalo del Estrasburgo. Se expuso tanto en el ataque que se olvidó de su defensa. Concedió un espacio y un contragolpe impropio de este nivel contra un equipo como el París Saint Germain, que aceptó la invitación al 0-2 con una acción trepidante: en un cuatro contra uno, Fabián abrió a la izquierda, Mbappé sirvió con el exterior del pie derecho, Asensio la pisó dentro del área y batió al portero con comodidad.
Resultado complicado
Jugadores dirigidos por Luis Enrique sólo tuvieron un ligero descontrol en los minutos finales, sin que eso complicara el resultado.