PROMOVER LA CULTURA DEL CUIDADO DEL AGUA CON UNA RECAUDACIÓN EFICIENTE
De acuerdo a información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a través del Monitor de Sequía de México, hasta un 76 por ciento del territorio nacional se encuentra en condiciones de sequía, siendo 10 entidades de la República Mexicana las que presentan sequía severa a excepcional.
Mientras que en lo que corresponde al Estado de México, el reporte señala que 96 por ciento del territorio mexiquense presenta algún grado de sequía. Al realizar una división del territorio, 5 municipios (15.6 por ciento de la superficie tienen un grado D0, es decir, anormalmente seco; el 37.7% (43 municipios) presentan D1 que es un grado de sequía moderada; 58 municipios (el 33.7%) están en categoría D2, que representa sequía severa y 19 municipios (13.4 por ciento) con D3 que implica sequía extrema.
Situación que podría agravarse próximamente si se toma en consideración que el Sistema Cutzamala reportó una nueva disminución en el volumen de almacenamiento de sus presas al registrar un 37.7 por ciento de su capacidad total, de acuerdo con reportes emitidos por la CONAGUA.
Sin embargo, además de las condiciones climáticas que dificultan el reabastecimiento de las presas y la recarga de los mantos acuíferos, los problemas técnicos, de infraestructura y de recursos económicos que enfrentan los organismos responsables de distribuir el vital líquido, hacen que la situación se vuelva caótica a nivel nacional.
De acuerdo al presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua y Saneamiento de la Cámara de Diputados, Rubén Muñoz Álvarez hasta un 99 por ciento de los organismos operadores de agua encargados del saneamiento y suministro del servicio en 2 mil 469 municipios del país están financieramente quebrados. En gran medida, ante la falta de adecuados sistemas de recaudación y falta de normas y tarifas claras aplicables a los grandes consumidores, que representa una pérdida superior a los 100 mil millones de pesos anuales para el erario federal.
Esta situación de índole financiera, ha provocado que, de las 3 mil 961 plantas de tratamiento de aguas residuales instaladas en México, 2 mil 500 son ineficientes y no operan a su máxima capacidad, mientras que mil 330 están apagadas o fuera de servicio; lo que se traduce en la pérdida de grandes volúmenes de agua diariamente.
Frente a la situación climática y las dificultades financieras que padecen los organismos operadores de agua, se requiere del inmediato diseño e implementación de mecanismos sociales que promuevan una adecuada recaudación por el servicio de agua que se ofrece a la ciudadanía; resulta inviable tener suficiencia de agua mientras los organismos encargados de la administración del servicio público operan con una marcada ineficiencia.
Además de los estragos que puede representar para la población la falta de agua en sus domicilios y espacios públicos, especialistas han señalado que pese a que el nearshoring o relocalización de las cadenas productivas, han favorecido el crecimiento de la economía del país, la llegada de inversiones se ha mantenido alejada de Ciudad de México por la falta de agua.
De acuerdo a información de la Secretaría de Economía, la inversión extranjera se redujo un 85 por ciento durante 2023 respecto al año previo, mientras que en lo que respecta a reinversiones de empresas, estas sumaron más de 11 mil millones de dólares el año pasado, de los cuales casi la mitad fue para el sector financiero, uno de los que consume poca agua.
H Grupo Editorial