Cuestión de responsabilidad
Ayer, la candidata a la presidencia municipal de Otzolotepec por el PRI, Sinaí Guadalupe Lugo Vargas, sufrió un atentado contra su vida en una de las comunidades de su municipio, con lo que se convirtió en la segunda aspirante en estas circunstancias, para alarma de todos.
La primera fue la morenista aspirante a la alcaldía de Ocoyoacac, Nancy Valdez Ruiz, el pasado domingo, lo que hace que en menos de una semana sean dos los casos de este tipo.
Desde luego que se encienden todas las alarmas, sobre todo porque estos son los casos más graves, pero no los únicos.
Por todo el estado las candidatas y candidatos hablan de camionetas que los siguen, encapuchados que se apersonan en actividades de campaña y se les acercaron con mensajes -supuestamente- de grupos delincuenciales.
Eso sin hablar de localidades donde “invitaron” a tal o cual a no participar en campaña o candidaturas.
Además, está el aumento en la solicitud de seguridad por parte de los aspirantes, ya son 33 los que requieren acompañamiento, aunque la Secretaría de Seguridad señala que no todas son por condiciones de gravedad, lo que suponemos debe darnos algún alivio.
Lo cierto es que el proceso electoral en nuestra entidad están tan bajo amenaza como lo está la sociedad mexiquense en cada vez más municipios y regiones desde hace años.
Es claro que la violencia del sur es grave, ya nadie lo duda, a pesar de la intervención inicial de las autoridades estatales y federales en Texcaltitlán, que ahora parece pueblo fantasma. Hasta el Palacio Municipal está en el abandono.
Pero esa no es noticia nueva, el sur hace décadas que se violentó y nadie hizo algo para revertir ese proceso, en los tres niveles de gobierno miraron hacia otro lado.
Sin embargo, en los años recientes hemos visto a la violencia apoderarse de más y más territorio. Hoy el oriente, el Valle de México, la zona de Zumpango, el norte y hasta el Valle de Toluca están inmersos en procesos parecidos, con diferentes nombres, apellidos y modus operandi, pero la cosa está igual o peor.
Ahora, no sólo buscan “los malos” cooptar autoridades electas, sino imponer candidatos y hasta intervenir en en los procesos.
Ahora los partidos políticos están en riesgo permanente de ser intervenidos por este tipo de grupos y ya es un tema serio a considerar a la hora de elegir candidatos.
No es culpa de Morena, que alega que va llegando al gobierno mexiquense, es cierto, pero ahora es su responsabilidad.