Acela Montaño
Tras la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación el día ultimo del 2020, para sustituir gradualmente agroquímicos, específicamente el glifosato integrado a herbicidas, los campesinos de la región expresan su preocupación pues el trabajo que tendrían que realizar en sus parcelas se cuadriplicaría, eliminar la hierba mala que no deja crecer al maíz seria a “pulmón”, comentan.
La disposición entro en vigor a partir del primero de enero de 2021, y se trata de eliminar de manera gradual hasta el 31 de enero del 2024, en el artículo tercero del DOF, señala que la disposición del el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de la sustancia química denominada glifosato y de los agroquímicos utilizados en nuestro país que lo contienen como ingrediente activo, mientras las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Recursos Naturales promoverán e implementarán alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente.
De acuerdo a lo que se explica DOF en los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que dicha sustancia química tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como en algunas especies animales, y ha sido identificada como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer.
La disposición ha despertado incertidumbre entre el gremio agrícola, los campesinos en voz de Juan Castillo, comisariado ejidal de San Miguel Bocanegra, municipio de Zumpango, es conocer las opciones a utilizar como herbicidas efectivos que eviten el crecimiento de maleza en las áreas de siembra y si habrá presupuesto por parte de los gobiernos para implementarlo sin desproteger a los campesinos.
El uso de herbicidas es indispensable para combatir la hierba que impide el crecimiento y desarrollo del maíz, como siembra predominante en la región, según el agricultor Víctor Rodríguez, la alternativa para obtener buena cosecha es trabajar a “pulmón”, situación que le complica el trabajo, porque produce la cosecha de más de doce hectáreas, propias y rentadas.
Sin embargo, en la opinión del biólogo, Alain Zuñiga del municipio de Apaxco, la bioacumulación es uno de los principales daños que ocasiona el uso del glifosato ya que genera una cadena de acumulación durante la cual, el agrotóxico es absorbido por las hojas del maíz y otros granos y luego consumido por los animales que son sustento de la alimentación, además de los insectos, aves y por supuesto los seres humanos.
El biólogo menciona que el sector agrícola se ha enfocado en los monocultivos, sin embargo, existen alternativas naturalmente útiles como puede ser la agroecología y los policultivos, los cuales pueden ser provechosos, púes en un mismo espacio se puede cultivar cebolla, chile, maíz, quelite y frijol.
Por otro lado, menciona que aunque los transgénicos son tolerantes al glifosato, aún no existe una definición clara de hasta dónde llega un transgénico y cuáles son sus efectos, además considera que hace falta investigación, e implementación efectiva de los derechos de acceso a la información, participación ciudadana y transparencia, derechos a los que está obligada a cumplir la nación y más ahora que el Acuerdo de Escazú ha sido ratificado.
El incremento de la diversidad de cultivos y su rotación, los acolchados, el pastoreo controlado, o la eliminación de estas hierbas de forma manual o mecánica son algunas de las técnicas ecológicas que proponen diversas organizaciones medioambientales como parte de una agricultura ecológica sostenible, además de cambiar en los campesinos el concepto de maleza, pues existen muchas plantas consideradas malas hierbas con usos potenciales útiles para la producción de miel, con potencial controlador de plagas o bien con interés alimenticio, medicinal u ornamental, explica el biólogo.
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