Acela Montaño
El agua es un elemento esencial para el desarrollo humano porque atraviesa todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde el social, económico, ecológico, el cultural e irremediablemente político.
El artículo 4º de la Constitución mexicana afirma que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”. Sin embargo, el 47 por ciento de los mexicanos no tiene acceso constante al agua potable y en la región del Valle de México la disponibilidad del recurso y su abastecimiento dependen de diversos factores. La inversión económica y las dificultades técnicas para extraerla no son menores.
Un ensayo sobre la lucha de los pueblos de la cuenca del Valle de México en defensa del agua, que escribe Sócrates Silverio Galicia Fuentes, profesor investigador de la Universidad de Chapingo, narra antecedentes de la lucha por defender el vital líquido. En 1954 cuando el gobierno federal, quiso perforar pozos en la zona oriente del Valle, 88 comunidades de 22 municipios se unieron, argumentando graves consecuencias para los habitantes del Altiplano, incluyendo a la capital, como represalia el gobierno decretó zona de veda, aunque a la fecha existen cadenas de pozos en el Valle, por ejemplo: 33 pozos en la zona Pachuca-Tizayuca, 36 en Zumpango-Tlalnepantla, 126 en Teoloyucan-Cuautitlán, otros en Chimalhuacan, en Xochimilco, Chalco y en el centro del Lago de Texcoco.
El sociólogo, Rodolfo Vargas, catedrático de la UNAM, indica que el agua es un instrumento de poder, su administración otorga control con modos y usos distintos que se han basado en la conciencia de su escasez, de su condición de recurso indispensable para la vida del ser humano y de su valor económico.
Caso muy claro se observa en los Comités Independientes que existen en los municipios que defienden el agua para su comunidad, estos funcionan como administraciones con fines políticos y de control, más que una verdadera vocación de servicio, cobran fuerza que pueden catapultar a actores políticos, comenta el sociólogo.
Eliminar organismos operadores traerá ineficiencia
Los sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento, creados en 1991, también conocidos como Organismos Operadores se encargan de operar, conservar y administrar el vital líquido y la infraestructura de alcantarillado y saneamiento, a fin de dotar estos servicios a los habitantes de las localidades.
De acuerdo con INEGI, el suministro de agua en la República mexicana se realiza a través de 2 mil 356 organismos operadores, de estos, mil 567 proporcionan el servicio a poblaciones urbanas, 98 a poblaciones rurales y 691 a poblaciones.
El pasado 20 de enero, el coordinador de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política en la Legislatura local, Maurilio Hernández González anunció que se presentará una propuesta para desaparecer tanto los organismos de agua de los municipios, como los Sistemas Municipales DIF, entre otros.
La iniciativa argumenta que hay duplicidad de administraciones y de gastos con los ayuntamientos y el 80 por ciento de sus recursos anuales se destina a gasto corriente, principalmente a nóminas, por lo cual pueden regresar a formar parte de los municipios.
Sin embargo, eliminar los organismos descentralizados de agua potable, alcantarillado y saneamiento municipales, acarrearía ineficiencia y baja calidad en detrimento de la población, advierte Cuauhtémoc Valdeolivar, experto en sistemas de agua en el Estado de México.
Considera que la iniciativa no está enfocada en resolver el problema de la reposición de mantos, sino a una situación política, “La federación quiere tener el control de un servicio tan importante para la población, como es el agua”.
Pero también reconoce que el desorden inicia cuando los compromisos políticos hacen llegar a personas a dirigir organismos de un servicio elemental no renovable, considera que muchos de ellos no han dado el resultado esperado debido a que son o fueron conducidos por personas sin conocimiento o la experiencia necesaria.
Cómo reponer el servicio
Respecto a la reposición del recurso, Valdeolivar comentó que la recarga de los mantos acuíferos es un tema muy sencillo, la escasez responde a la sobre explotación, es mayor el agua que se extrae a la que se inyecta y el problema radica en la política de otorgamiento de los servicios de agua potable y saneamiento que han aplicado la generación de subsidios a estos servicios, de tal manera que llega un momento en el que el Ayuntamiento, el gobierno estatal y la propia federación acumulan cargas financieras muy altas, por lo que en este momento se encuentran en un callejón sin salida.
Indicó que hay un déficit muy alto en el servicio de alcantarillado porque no hay suficiente infraestructura para la conducción de agua pluvial y ese es el principal problema, primero por las inundaciones y luego por no aprovecharla. Esta agua de lluvia se tiene que verter en cuerpos receptores federales, cómo lo es el Gran Canal del Desagüe de la CDMX, sin tratamiento.
Tampoco existen programas de saneamiento eficientes para inyectar agua saneada a los mantos acuíferos para que pudiéramos hablar del equilibrio entre el alumbramiento y las inyecciones para el mantenimiento y conservación de los mantos acuíferos,
Esa propuesta se ha planteado desde hace muchos años, existen programas, pero mientras el Estado, a través de los municipios, no cobre el servicio a costo real, siempre se tendrán que subsidiar y tendrán ese problema financiero.
En entrevista el investigador de Chapingo, comenta que otra forma viable y con mínima inversión, es realizar obras para favorecer la recarga en lugares de sierra o cerro, una forma de retener el agua de lluvia, como pueden ser zanjas, presas, canaletas y hasta los propios hoyos que retienen la humedad y eso se debe hacer ya, así como la reforestación, además de contener el desarrollo urbano en zonas reservadas, fomentar la industria ecológica y la economía circular.
Pandemia cambió consumo
Los municipios enfrentan retos muy importantes, ya que con la pandemia aumentó la demanda de agua potable, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el acceso al agua potable es fundamental por constituir el lavado de manos una de las principales medidas para evitar el crecimiento de los contagios; la energía y electricidad son indispensables para garantizar el suministro de agua y las condiciones de habitabilidad de los hogares, así como para asegurar el funcionamiento de los hospitales; la actividad agrícola es la base para el mantenimiento de la seguridad alimentaria; y por lo último, los recursos naturales no renovables tienen gran importancia macroeconómica.
Comentó que muchos de los pozos están en vías de agotarse, debido a que tampoco han llevado un esquema de reposición por lo que, sin duda, vamos a ver, en los próximos años, una baja en la calidad del servicio.
Tiempos críticos
La condición del suelo en la Cuenca del Valle de México es muy desalentadora. Sócrates menciona que el cambio climático incide en el tema de agua, explica que aunque se redujera de la noche a la mañana, el problema del agua es básicamente su distribución como históricamente se ha vivido, comenta que las dos terceras partes del país son áridas y se ubican más en el norte, pero se extiende hasta Querétaro, Guanajuato, Hidalgo y una parte se incrusta en la cuenca del Valle de México, lo que es Otumba, hasta Tonanitla, la región Zumpango son tierras semiáridas, mientras la mayor parte de la precipitación se concentra en el sureste.
La cuenca del Valle de México tiene siete acuíferos que dotan agua a 6 mil pozos aproximadamente, como principal fuente de extracción y todos están sobre explotados, el más sobreexplotado es el de Texcoco, luego el de Tizayuca-Cuautitlán que abarca Pachuca y la zona donde se encuentra el aeropuerto. El problema del agua se empieza a agravar en los años 40 con el desarrollo urbano, originando un importante desabasto en la CDMX, por ello ven como alternativa, las cuencas de los estados vecinos al centro.
Cubrir demanda del aeropuerto
Para el abastecimiento del agua en el Nuevo Aeropuerto Felipe Ángeles, NAIFA, titulares de la dependencia de gobierno federal, como SEDATU, gobernación y CNA, comentan que el plan A es traer agua del Río Necaxa y el plan B es traerla del Valle del Mexquital que está muy contaminado, reconocen que tienen el problema del abastecimiento del agua.
Recientemente la Secretaria de la Defensa Nacional, (SEDENA) se dio a la tarea de buscar pozos en el Estado de México para extraer 12 millones de litros al día de agua potable que necesita para operar el complejo aeroportuario de Santa Lucía.
La dependencia busca sitios para la perforación de pozos profundos en los municipios mexiquenses como Zumpango, Tequixquiac, Hueypoxtla, Apaxco y Tecámac.
En oficios dirigidos a los alcaldes de estos municipios, la Comisión del Agua del Estado de México, solicita a las autoridades que colaboren con la empresa Servicios de ingeniería e investigación del Medio Ambiente, S.C. (SIIMA), que fue contratada por la SEDENA, para los estudios de factibilidad hidrogeológica, el motivo es proponer zonas de aprovechamiento de aguas en el acuífero Valle del Mezquital, ubicado en el Estado de México.
Peligro de crisis hídrica
Según el biólogo, Alain Zuñiga, el Valle del Mezquital comienza en Hueypoxtla con el nacimiento del Río Salado y se extiende a los municipios de Apaxco, Tequixquiac y parte de Huehuetoca, hasta Hidalgo y una pequeña parte de Querétaro.
En tanto que las aguas residuales de la ciudad de México y el corredor industrial de Cuautitlán – Lechería llegan llenas de nutrientes, pero también de contaminantes como metales pesados.
El acuífero del Valle del Mezquital se encuentra sobre explotado y usar sus aguas para megaproyectos como el aeropuerto puede desencadenar una crisis hídrica de preocupantes dimensiones.
También existen problemas por el manejo, existe un desperdicio de agua por la pérdida de mantos, por ineficiente u obsoleta infraestructura, por falta de políticas públicas, pero sobre todo por falta de cultura en el cuidado y valor del agua como elemento natural.
Inyección de aguas
El investigador de Chapingo, indicó que la inyección de aguas puede ser una alternativa muy útil, y por ende cancelar la veda de la perforación de pozos, ese es el motivo por el que se tienen problemas muy fuertes de hundimientos y de deficiencia en el servicio
Mejorar gestión hídrica
Se requieren obras de conservación de suelo, reforestación e identificación de microcuencas para mejorar la gestión hídrica en la región. Además de educación ambiental y vinculación para la innovación académica.