La Consulta Popular convocada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador es un ejercicio democrático con un alto contenido de propaganda político-electoral, que lo ideal será que realmente derive en consecuencias jurídicas.
Así lo señaló el politólogo y catedrático mexiquense Aldo Muñoz, quien señaló que, de proceder y darse en el sentido positivo, deberá derivar realmente en un tema de carácter jurídico, para que tenga caso su aplicación.
“Siempre será partidista a favor de un grupo y en contra de otro”.
Show mediático
En otro tema opinó sobre el tema del gobernador de Michoacán, Silviano Aureoles, y consideró que el mandatario trata de ganar en los menos lo que perdió en las urnas y quienes que el Presidente sea considerado como un “juez malvado”.
Señaló que las instancias adecuadas para recurrir, si es que realmente cuenta con las pruebas necesarias, son el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral, lo mismo que la FEPADE y la propia PGR.
“Pudo haber entregado las pruebas al Tribunal Electoral del estado o incluso al propio órgano electoral del Estado”.
A consideración del político y catedrático de la máxima casa de estudios mexiquense, es más un show mediático y político que otra cosa.
No hay propósito neutral
A su consideración es inevitable que una consulta pública tenga tintes políticos, toda vez que en este tipo de ejercicio no hay un propósito neutral.
Adriana Carbajal