Antonio Espinoza
La estrella de Andy Warhol no se apaga. El hombre que profetiz� quince minutos de fama para todos los mortales, est� m�s vivo que nunca. El autor que transform� el arte para siempre y con quien inici� la posmodernidad en pleno, se convirti� hace poco en uno de los m�s caros de la historia, cuando una obra de su autor�a: Shot Sage Blue Marilyn (1964) fue subastada en Christie�s y alcanz� la suma descomunal de 195 millones de d�lares. Pero Warhol ya hab�a demostrado su popularidad hace cinco a�os con una magna exposici�n en el Museo Jumex que atrajo multitudes. Andy Warhol. Estrella oscura estuvo integrada por poco m�s de cien obras, entre pinturas, serigraf�as, esculturas, dibujos, grabados y pel�culas de la primera d�cada de producci�n del artista. La muestra nos permiti� apreciar muchas de las obras m�s reconocibles de Warhol, como personajes famosos y productos de consumo masivo, as� como obras que revelaban su obsesi�n por la muerte y las cat�strofes. De un lado, im�genes que evidenciaban la fascinaci�n de Warhol por los productos comerciales como las latas de sopa Campbell�s y las celebridades como Marilyn Monroe, Elvis Presley y Elizabeth Taylor. Del otro, im�genes oscuras como accidentes automovil�sticos, disturbios raciales, latas de at�n envenenadas, sillas el�ctricas y suicidios, muchas realizadas al mismo tiempo que sus im�genes de celebridades y productos comerciales.
En uno de los textos de sala, Douglas Fogle, curador de la exposici�n, se�al� que se trataba de �un recorrido por el lado luminoso y el oscuro de la cultura de consumo estadounidense a trav�s de los ojos del artista�. Fogle nos descubri� un Warhol nuevo, �un pintor de historia de finales del siglo XX y un arque�logo de la prehistoria del mundo de redes sociales que hoy habitamos�. Para el curador, �Warhol registr� una historia invisible de las intersecciones del trauma, la muerte y la cultura de los medios que devora a sus propios hijos�. Ante estas afirmaciones, muchos decidimos asumir la muestra como un reto, como una invitaci�n a reflexionar y a repensar la figura de Andy Warhol en la historia del arte. Esto nos llev� a hacernos una serie de preguntas: �qu� tan certeras son las afirmaciones de Fogle?, �podemos concebir a un Warhol marcado por la �estrella oscura� del siglo XX?, �debemos de abandonar la idea de Warhol como un portavoz de la sociedad de consumo y un apologista del American Way of Life?, �cu�les son los vasos comunicantes entre la producci�n �luminosa� y la �oscura� del artista m�s revolucionario de la historia?
Atentado
Ocurri� el 3 de junio de 1968. Valerie Solanas acudi� a The Factory y se encontr� a Andy Warhol en el ascensor. Maquillada, con los labios pintados �algo inusual en una feminista tan radical-, Valerie llevaba una bolsa con un rev�lver. Salieron del ascensor, entraron al estudio, son� el tel�fono y Warhol contest�. Apenas el artista hab�a colgado el tel�fono, Valerie, por razones que nunca quedaron esclarecidas del todo, sac� el rev�lver y le dispar� tres veces. Warhol lleg� a estar cl�nicamente muerto durante un minuto y medio. Una bala le atraves� el pulm�n y da�� el bazo, el es�fago, el h�gado, la ves�cula y los intestinos. Valerie huy�, pero unas horas despu�s se entreg� a la polic�a. Argument� que atent� contra la vida de Warhol porque �ste le hab�a robado un trabajo (Up your ass, un gui�n de pel�cula que le ofreci� un a�o antes) y controlaba �demasiado� su vida. Autora del Manifiesto SCUM (panfleto que llamaba a la destrucci�n de los hombres), Valerie purg� una sentencia de tres a�os por intento de homicidio y tenencia ilegal de armas. Perturbada mental �era esquizofr�nica-, pas� gran parte de su vida en hospitales psiqui�tricos. Warhol, por su parte, se salv� milagrosamente en el Hospital Columbus. Su vida nunca volvi� a ser la misma.
Artista revolucionario
Cuando ocurri� el atentado contra su vida, Andy Warhol ya era una estrella. Hab�a construido su propio mito y el culto a su persona. Su ascenso inici� el 9 de julio de 1962, cuando exhibi� 32 cuadros que reproduc�an latas de sopa Campbell�s, en la Ferus Gallery de Los �ngeles. Aquella exposici�n fue todo un acontecimiento. El arte pop lleg� para quedarse y ese mismo a�o invadi� Nueva York. El triunfo del arte pop se dio con la exposici�n: The New Realists, celebrada del 31 de octubre al 1 de diciembre en la Sydney Janis Gallery de Nueva York. Warhol particip� en esa muestra hist�rica como una figura protag�nica del arte pop. Adem�s de las im�genes de sopa Campbell�s, realiz� entonces sus primeros cuadros de d�lares, sus primeros retratos de Marilyn Monroe y sus primeras series de muerte y destrucci�n. Muchas de estas obras, por cierto, fueron realizadas ya con su t�cnica favorita: la serigraf�a.
Cuando Andy Warhol apareci� en la escena art�stica, la corriente dominante era la del expresionismo abstracto, t�rmino que engloba la obra de artistas que practicaban el action painting (Willem de Kooning, Robert Motherwell, Jackson Pollock) y el color-field painting (Barnett Newman, Mark Rothko, Clyfford Still). Eran pintores idealistas y rom�nticos, obsesionados por expresar en sus obras sus emociones y vivencias. Este modelo de artista no encajaba ni con la obra ni con la personalidad de Warhol, quien nunca se sinti� atra�do por esta tendencia. Todo lo contrario: tanto �l como los otros artistas pop (Dine, Lichtenstein, Oldenburg, Rosenquist) cuestionaron la �heroicidad� y el �genio� del artista �representado precisamente por el pintor expresionista-, as� como la trascendencia de su obra, reproduciendo mec�nicamente la realidad, siendo fieles al motivo, recurriendo a las t�cnicas del dise�o industrial, la publicidad y la producci�n en serie. Inconformes con el arte de su tiempo, se posicionaron en la escena art�stica, impusieron su presencia y el poder de un nuevo tipo de arte.
Ya como la figura emblem�tica del arte pop, Andy Warhol present� la que probablemente haya sido su exposici�n m�s trascendente. Inaugurada el 21 de abril de 1964 en la Stable Gallery de Nueva York, la muestra estuvo conformada por sus famosas cajas de Jab�n Brillo. Las obras tridimensionales exhibidas eran exactamente iguales al producto comercial que inspir� a su autor: el mismo tama�o de las cajas, los mismos dise�os comerciales. Seg�n Arthur C. Danto, con esa exposici�n la estrella del arte pop demostr� que no hay diferencia entre la realidad y el arte. El fil�sofo y cr�tico estadounidense afirma que la fecha de defunci�n del arte tal y como lo conoc�amos se dio con la exhibici�n de esta serie de objetos art�sticos que no pod�an diferenciarse de los productos comerciales (Despu�s del fin del arte, Barcelona, Ediciones Paid�s Ib�rica, 1999, p. 57). Como no hay diferencia alguna entre las Brillo Box de Warhol y las Brillo Box de los supermercados, tampoco hay un criterio visual que nos permita definir una obra de arte y diferenciarla de algo que no lo es.
De acuerdo con Danto, la exposici�n mencionada signific� el fin de la vieja narrativa del arte y el inicio de lo que llama �arte poshist�rico�, un arte nuevo que obedece a nuevos par�metros. Es innegable el papel fundamental de Andy Warhol en el derrumbe del gran edificio del arte que inici� Marcel Duchamp. Al apropiarse de las im�genes de la cultura de masas y de la sociedad de consumo, Warhol y los otros artistas pop cuestionaron los criterios para definir el arte y establecieron la indiferenciaci�n entre los objetos art�sticos y los productos comerciales. Aut�nticos operadores culturales, expertos en la imagen masiva, exponentes de una nueva identidad moderna, los artistas pop se dedicaron a transformar en iconos de la cultura contempor�nea los objetos industriales y los productos comerciales de las sociedades de consumo. De esta manera, cavaron la tumba de las vanguardias hist�ricas con su utop�a est�tico-social, relegaron al pasado las ideas tradicionales sobre la obra de arte y el artista e iniciaron nuestra contemporaneidad art�stica (Jos� Jim�nez, Teor�a del arte, Madrid, Tecnos/Alianza Editorial, 2002, p. 206).