Uno de los sectores más afectados por el cierre de la zona arqueológica de Teotihuacán, son los artesanos y comerciantes. Por segundo año consecutivo las pirámides permanecerán cerradas del 20 al 22 marzo, días que representaban una posible recuperación después de casi un año sin poder trabajar.
Las pirámides de Teotihuacán son una de las principales atracciones en el país, durante el equinoccio de primavera, se registra una mayor afluencia donde los visitantes suben a la cima de la pirámide del Sol a “cargar energía”.
Dentro de la zona arqueológica existen alrededor de 400 vendedores de artesanías en el sitio arqueológico. Doña Alicia tiene más de 36 años cómo vendedora, su esposo la inicio en la venta de artesanías, quien falleció hace diez años.
“Hace unos 12 años atrás, todavía se vendía bien, ahora las ventas están para llorar, a pesar de que abrieron hace unas semanas no hay mucho turista y mucho menos venta. Ahora que no podíamos trabajar, los pocos centavos que teníamos guardados se nos acabo”.

Debido a la restricción de horarios y días para trabajar, los vendedores no han podido recuperarse económicamente, lamentaron que del 20 al 22 de marzo, días de mayor visitas y que venden un poco más, las autoridades tomarán la decisión de cerrar.
“El 30 % de aforo es muy poca gente, la zona arqueológica es muy extensa por lo que se debería aumentar el acceso a los turistas por lo menos un 60%. Hoy venimos solo una mitad a trabajar y mañana viene la otra mitad de los compañeros, así vamos a estar”, comenta.
El joven Martín elabora piezas de obsidiana desde que era pequeño, hace tres años empezó a vender sus artesanías en la zona arqueológica, comenta que le ha costado un poco ya que algunos de sus compañeros ya aprendieron a hablar un poco de inglés, chino y francés, lo que les facilita la venta a extranjeros.
“Me acerco más con los turistas del país, pero luego ellos nada más regatean, no digo que sean todos, pero deben entender que no les podemos dar más barato ya que mi trabajo me cuesta, yo elaboró estas piezas, lo que representa mucho mayor esfuerzo”.
Debido a la restricción del horario y que no está permitido subir a la pirámides, los artesanos difícilmente esperan que aumente la afluencia de visitantes, ya que la mayoría lo que quiere, dicen, es subir a la cima de la pirámide del Sol.
Soledad Rojas