Martha Gozález Aguilera
Luego de varios días de arduas negociaciones, ayer la Secretaría de movilidad y el sector transportista definieron que sí habrá aumento a la tarifa de transporte público, pero será sólo de 2 pesos y no de 4.50 como lo pretendían los empresarios.
Esta ha sido una labor interesante por parte del gobierno estatal que marca varias diferencias con circunstancias que vimos en el pasado.
Para empezar, la costumbre era que la autoridad se hacía de la vista gorda ante los aumentos indiscriminados de los transportistas, mientras que en el discurso aseguraba que no estaba autorizado y que habría sanciones. Eso implicaba una serie de operativos fachada durante algunos días y luego simplemente aplicaba el aumento sin pena ni gloria.
En esta ocasión, el secretario de Movilidad, Raymundo Martínez negoció con ellos una disminución en las pretensiones de aumento y, además, una serie de medidas a las que estarán obligados los transportistas como parte del acuerdo.
Uno de ellos tiene que ver con las quejas más sentidas de los usuarios y se refiere a la capacitación de los operadores, de los cuales deberán certificar a 100 mil anualmente, a través del Conalep.
Además, deben cumplir al 100 por ciento con la renovación de sus unidades y concluir el proceso de regularización.
Otros temas muy importantes que están incluidos en la negociación son el de la plataforma tecnológica donde estará incluida la información de todas las unidades y el sistema de prepago en el que tanto operadores como usuarios estarán plenamente identificados con datos como su dirección, lo que servirá para inhibir la comisión de delitos en el transporte público, pues todo aquel que aborde un camión tendrá que haber comprado una tarjeta y al hacerlo dará sus datos personales.
Este último punto había causado mucha controversia en el pasado y estaban los transportistas muy reacios, por lo que es un avance muy importante.
Hay que considerar que los avances conseguidos hasta ahora con el reverdecimiento comienzan a dar frutos con la baja en el robo a transporte público, la disminución de accidentes.
A la fecha, los transportistas han invertido 53 mil millones de pesos para renovar sus unidades, han renovado 43 mil unidades con 10 años o más de antigüedad. De esas, 23 mil son unidades nuevas y más de 16 mil unidades cuentan con kit de seguridad.