En v�spera del festejo de la Virgen de la Candelaria, el d�a 2 de febrero, p�rrocos de los municipios de Apaxco, Huehuetoca, Jaltenco y Zumpango coinciden en el anuncio de la Di�cesis de Cuautitl�n de reducir el acceso a las iglesias al treinta por ciento con distancia sanitaria y horarios reducidos en los templos, los sacerdotes convocan a presentar las im�genes para la bendici�n en los horarios de misa establecido solo con una persona.
Para algunos sacerdotes de la regi�n las ceremonias ser�n trasmitidas de manera virtual, por el riesgo de contagio, es el caso de la iglesia de San Pablo Ap�stol en el municipio de Huehuetoca, en otros casos, las celebraciones que a�o con a�o se presentaban numerosas, ser�n programada con horario espec�fico y con un n�mero limitado de asistentes, como es el caso de la parroquia de la Pur�sima Concepci�n en Zumpango y la parroquia de la Se�ora del Carmen en Apaxco.
La devoci�n de habitantes de la ZNVM, se ve afectada por el impacto global del coronavirus, hemos sido testigos de la muerte de mucha gente, entre ellos sacerdotes, por tal motivo debemos tomar medidas e incluso prohibir la celebraci�n comunitaria, indica el p�rroco Josafat Manr�quez.
Esto respecto a la devoci�n que tienen los habitantes de zonas eminentemente agr�colas y que adem�s de presentar al Ni�o Dios ofrecen sus semillas como parte de una costumbre precolombina con sincretismo religioso con la que los campesinos se preparan para dar inicio al calendario agr�cola el 12 de febrero.
La tradici�n de bendecir junto con el Ni�o Jes�s vestido de Santo las semillas de ma�z, calabaza, frijol, avena, entre otras producidas por la tierra, se hace acompa�ar de un cirio pascual, incienso y una caja de f�sforos, la ofrenda tiene mucho significado para los agricultores en esta regi�n, por tal motivo muchas familias dedicadas a esta actividad manifiestan una gran preocupaci�n por las bondades que rinda el campo.
A este respecto el cl�rigo insiste que la poblaci�n est� siendo desafiada a ir m�s all� de la devoci�n y del dolor de perder a sus seres queridos, por ello deben reflexionar sobre el sentido profundo de este tiempo de pandemia, eso implica volver al n�cleo de nuestra fe y entender, como puede hacerse presente Dios en estas celebraciones, recreando el evangelio en formas distintas, �somos iglesia, hay que hacer conciencia de que de que tenemos recetas predeterminadas en un tiempo in�dito de nuestra historia y responder de manera creativa a nuestra tradici�n�.
Los sacerdotes recomiendan hacer caso a las advertencias sanitarias, realizar las costumbres lit�rgicas y celebrar las tradiciones con responsabilidad hacia las familias y a uno mismo.
Acela Monta�o