�Por qu� la evaluaci�n de las pol�ticas implica reconocer su contexto pluralista y democr�tico? �Por qu� su impacto es el aspecto m�s sobresaliente a considerar? �Por qu� significa elecci�n de valores y qu� implica definir los criterios para evaluar las pol�ticas?
Evaluaci�n implica valor. Es igual a creencias, perjuicios, sentimientos, etc. Existen elementos que nos permiten argumentar que se eval�a en las pol�ticas, en las metas. Para evaluar las pol�ticas y reconocer su contexto pluralista y democr�tico y demostrar que su impacto es el aspecto m�s sobresaliente a considerar, lo que significa la elecci�n de valores, y lo que implica definir criterios para evaluar esas pol�ticas, tenemos, antes que nada, que voltearnos a ver lo que llamar�a Eugene Bardach la evaluaci�n de los sentimientos ciudadanos.
Dice el autor que la dificultad t�cnica de acotar un �problema� de tal forma que incluya al mismo tiempo sus mejores soluciones, conduce a la falacia de que el analista es due�o de los problemas con los que trata. En cambio, en su mayor�a, la materia prima de los problemas de pol�ticas se origina en los sentimientos de aflicci�n, descontento, molestia o infelicidad de alguna parte de la ciudadan�a. Y esta materia prima, sigue siendo propiedad de los que la originan y viven, independientemente de la elaboraci�n mental que realice el analista.
Por consiguiente, un paso a cumplir en el proceso de elaboraci�n mental, deber�a ser la estimaci�n de la extensi�n, intensidad y calidad de los sentimientos de la gente sobre la condici�n o situaci�n de vida que les afecta. El analista cree que la tasa local de criminalidad constituye un problema, su trabajo deber�a ser el de informarse adecuadamente sobre la tasa de criminalidad y sobre la intensidad del temor de las personas a ser v�ctimas de delincuentes.
Una pol�tica solo tendr� una evaluaci�n visible, cuando evaluemos su impacto. Por supuesto se tiene que evaluar su nivel de n�cleo y su periferia. Por el n�cleo, quiere decir por la base, como si fuera la ra�z; por su periferia, ser�a por las ramas.
POR GILDA MONTA�O