La imaginaci�n sociol�gica, por Wright Mills��
POR GILDA MONTA�O�
Los puntos esenciales del cambio en la sociolog�a, son la superaci�n del mito de si es o no ciencia, y el desarrollo de procedimientos de investigaci�n en extremo m�s refinados y poderosos de las que exist�an en el pasado. En la �poca de Durkheim o Simmel (…) el soci�logo deb�a limitarse a utilizar �nicamente datos preexistentes, ahora dispone de t�cnicas que han ampliado de manera insospechada sus posibilidades de observaci�n y de experimentaci�n en el campo de los hechos sociales. Crecimiento de la labor organizativa.�
�Mientras en el pasado la regla era el investigador aislado y su biblioteca, en la actualidad lo normal es el Instituto, con su compleja organizaci�n humana y material, con una concentraci�n considerable de recursos econ�micos�.�
�Puede decirse que se ha pasado de una fase artesanal a una fase industrial de la investigaci�n y esta transici�n ha sido genuinamente requerida por las innovaciones metodol�gicas y t�cnicas, aun cuando las exageraciones de una �poca dominada por la organizaci�n puedan haber introducido en ciertos casos deformaciones perjudiciales���
�En la actualidad el crecimiento de la bibliograf�a y la enorme expansi�n de la labor de investigaci�n, hacen pr�cticamente inasequible la posibilidad de que una sola persona pueda alcanzar y mantener un nivel de conocimiento adecuados en todas o incluso en varias de las ramas de la Sociolog�a.���
La tecnificaci�n, expansi�n y diferenciaci�n interna deb�an conducir necesariamente a otro cambio: el surgimiento de escuelas espec�ficamente dedicadas a la ense�anza de la sociolog�a, en reemplazo de las antiguas �c�tedras� aisladas incluidas en el curr�culum de las facultades de filosof�a. Requiri� de instituciones especiales, multiplicidad de cursos y de materias, t�tulos profesionales espec�ficos y el paralelo surgimiento de los medios de control cient�fico y acad�mico destinados a asegurar un nivel profesional adecuado.���
Se produjeron o se est�n produciendo una serie de otros cambios: surgimiento del �rol� del soci�logo, diferenciado en el del �cient�fico puro� y en el del �profesional� o del �t�cnico�, el primero dedicado principalmente a tareas acad�micas de ense�anza o de investigaci�n en el campo de la ciencia �b�sica� y el segundo desempe�ando tareas en toda clase de instituciones p�blicas y privadas, en los m�s diferentes campos: econ�micos, asistenciales, educacionales, religiosos.���
�Un efecto digno de ser notado, derivado de la extrema diferenciaci�n interna, ha originado otro rasgo caracter�stico de la sociolog�a actual, rasgo por lo dem�s �ntimamente vinculado a la naturaleza misma de la disciplina: la tendencia hacia la llamada cooperaci�n interdisciplinaria, el trabajo en equipo de especialistas de diferentes ramas de la Sociolog�a y de otras ciencias sociales. Esta cooperaci�n supone desde luego un proceso previo de especializaci�n y aun�cuando s�lo sea posible sobre la base del uso de un lenguaje com�n, de una base compartida de comunicaci�n, su sentido es justamente el de aprovechar las ventajas de la especializaci�n, corrigiendo al mismo tiempo su inevitable unilateralidad. Prop�sito en extremo dif�cil de lograr de manera cumplida.�
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