Sin credibilidad
Por: Pedro Chuayffet
Independientemente de la situaci�n actual, no puede articularse como un movimiento social cre�ble aqu�l conformado por representantes de minor�as que callaron ante los esc�ndalos de corrupci�n del pasado y gobiernos que aparentemente los beneficiaban. Son dolorosas las circunstancias actuales y los padecimientos de la mayor�a de los mexicanos, pero dif�cilmente se generar� una corriente pol�tica positiva desde esa soberbia que ignora al grueso de los mexicanos, a quienes m�s han sido afectados por la mala pol�tica, a aquellos que deben ser parte de todo esfuerzo para transformar y todo proyecto que genuinamente busque un mejor pa�s.
Resulta inexplicable ver a sectores d�ciles ante errores del pasado, inconformarse con las equivocaciones de ahora. No hay consistencia o congruencia cuando para todos es visible su estrecha relaci�n con muchos autores de los cap�tulos m�s corruptos de nuestra historia. La sociedad dif�cilmente va a confiar en quienes por a�os se han visto favorecidos por el sistema pol�tico y econ�mico, para de pronto cambiar diametralmente de postura pues, aunque las circunstancias del pa�s son demasiado complejas para todos, en aquel pasado de completa mansedumbre tambi�n eran dif�ciles las condiciones para salir adelantes de decenas de millones de compatriotas.
Peor resulta conformar movimientos elitistas que desprecian a los m�s vulnerables, a los m�s marginados y a las mayor�as del pa�s. Pretenden cambiar un pa�s que desgraciadamente tiene m�s de 50 millones en pobreza sin contemplarlos, considerarlos o incluirlos. Nunca ha tenido �xito un esfuerzo elitista que ignora a quienes deben ser actores centrales de las causas pol�ticas m�s apremiantes. Muestran su desconocimiento de la realidad social al formar movimientos y coaliciones de �lites inconformes.
M�xico necesita patriotas, corrientes y movimientos capaces de representar el sentir popular, pero dif�cilmente vendr� de sectores minoritarios que ignoran a las mayor�as tanto como ignoraron la corrupci�n del pasado. Se necesita congruencia y constancia en la b�squeda del bien com�n, no improvisaciones que indican, t�citamente, que las cosas estaban bien en el pasado y est�n mal ahora. Para m�s de 50 millones de mexicanos las circunstancias est�n mal en el presente y tambi�n estaban mal en el pasado, si como �lites se inconforman s�lo ante lo actual est�n mostrando que ante los errores de otros sexenios callaron por su afinidad a los actores pol�ticos de entonces. Deterioran el panorama pol�tico estas �causas� que ignorando a los m�s vulnerables intentan ganar espacio en el espectro pol�tico. Sus causas carentes de diversidad y de presencia de las mayor�as conforman el intento de una minor�a por conquistar poder.