Integrantes de la mesa directiva de la Unidad de Riego para el Desarrollo Rural Canal Marcelo Palafox, manifiestan su preocupación por la merma de productores que se presenta cada año, aseguran que campesinos de la zona que integran los municipios de Hueypoxtla, Zumpango y Tequixquiac, pagan un costo de inversión muy alto, entre insumos y el derecho de riego que es básicamente por el uso de la energía eléctrica que utiliza la planta de bombeo de agua negra hasta las parcelas.
Representantes de la mesa directiva del municipio de Hueypoxtla y Tequixquiac, piden subsidio a gobierno federal y estatal, puesto que el temporal no garantiza la cosecha, necesitan impulso para hacer producir más al campo y obtener resultados más sostenibles que abastezcan a la región, toda vez que hay desánimo y abandono de parcelas por falta de impulso a este sector; básico para la alimentación en menor y mayor escala.
El canal de riego Marcelo Palafox, es una infraestructura hidráulica de 15 kilómetros, que abarca desde El Tajo de Tequixquiac, atraviesa Hueypoxtla, su comunidad Nopala y llega al ejido de San Bartolo, perteneciente a Zumpango, a esta región le fue asignado un caudal de aproximadamente cuatro millones y medio de agua negra, por parte de la Comisión Nacional del Agua, CNA, otorgado por decreto presidencial, pero a consecuencia del abandono al trabajo, hoy nada más explotan un millón de litros.
El motivo por el que hacen llamado es por el alto costo del servicio para bombear y aminorar la inversión a los campesinos para que vuelvan a interesarse en cultivar sus parcelas, aclaran que autoridades municipales de Hueypoxtla han recibido apoyo en la reparación de bombas, en limpieza de canaletas, en arreglo de caminos, lo que beneficia a los tres municipios.
La energía que solicita los tres motores de 340 caballos de fuerza que alcanzan a bombear cuatro metros cúbicos por segundo, son para regar parcelas de maíz, cebada, frijol, alfalfa, avena y otros forrajes, pero cada año se retiran más agricultores por el peso de la inversión, los representantes manifiestan que el campo se está muriendo junto con el ánimo de la gente, “somos gente de trabajo, nuestra profesión es el campo y la única manera de hacerlo producir es a través del agua negra, pero la luz es muy costosa, quisiera que hubiera ojos y oídos por parte del gobierno federal y estatal, queremos tocar puertas, no queremos echarnos a perder a nuestros hijos, queremos que nos apoyen”.
Informan que la zona tiene potencial para producir maíz en grande, en un promedio de cuatro millones de toneladas anuales, si la zona tuviera riego habría maíz sin traerlo de otros lados.
Acela Montaño