Desde hace un a�o que perdi� a su pap�, en pleno D�a del Padre, para Jos� Juan esa fecha ya no es significativa, a pesar que tiene una hija asegura que no hay mucho que celebrar, pues el de eso no tiene tiempo.
�Para las personas como yo no hay festejos, descansos ni si quiera me puedo enfermar, pues si lo hago no como y mi hija tampoco y luego pierdo a mi padre ese d�a, pues no har� nada�, explic� Jos� Juan, comerciante.
Con su familia, el padre de familia vive en Cuautitl�n Izcalli, Estado de M�xico, desde all� se traslada a la zona Centro de la CDMX para trabajar, siempre ha apoyado a su esposa, pero ahora que a ella no le permitieron tener a su peque�a hija en el puesto de tortas en el que ella trabaja, �l es quien se la rifa.
�Un familiar nos ayuda a cuidar a mi ni�a, sobre todo para que no ande aqu� en la calle con la lluvia, el fr�o etc., pero desde siempre he ayudado a mi esposa y cuando ella regres� a trabajar despu�s de aliviarse yo me quedaba con Estefani, tiene un a�o y medio�, explic� el comerciante.
Este d�a, no ser� un d�a de festejo pues asegura que tiene que guisar, para el lunes incorporarse a sus actividades, pues vende quesadillas en Paseo de la Reforma y Basilio Badillo.
�No festejar�, pero estar� con mi ni�a como todos los d�as y eso es suficiente�.
Durante las �ltimas dos semanas y en lo que el familiar que le ayuda decida si seguir� ayud�ndole, Jos� Juan y Estefani salen de su casa a las 5 de la ma�ana, tras un trayecto de dos horas llegan a su lugar de trabajo.
Tras colocar el puesto, el hombre prepara el desayuno a la peque�a, quien a ratos duerme o juega.
�En el escritorio de un estacionamiento le acondicion� una camita, mi cu�ado la cuida en lo que atiendo el puesto, todo este esfuerzo es por bien de ella, por que no le falte nada y aunque implica un sacrificio se que por ella vale la pena�, comenta el comerciante.
Jos� Juan agradece que su esposa y el tengan trabajo, pues en la pandemia se vieron muy afectados de manera econ�mica, dice que con el tiempo las cosas han mejorado y se siente bien de poder llevar dinero a casa, pero tambi�n de ser un �pap� luch�n�, como sus amigos le llaman, pues adem�s de trabajar puede cuidar a su peque�a hija.
Daniela Ram�rez