Martha Gonz�lez
El presidente de la Rep�blica, Andr�s Manuel L�pez Obrador, dedic� toda la ma�anera de ayer a explicar ampliamente, junto con su gabinete de seguridad, las circunstancias en las que ocurri� el operativo fallido en el que fue detenido Ovidio Guzm�n �hijo de El Chapo Guzm�n- y luego liberado.
Los detalles ya se han discutido ampliamente en diferentes plataformas, como lo pretend�a el Ejecutivo federal, pues en realidad la informaci�n estaba dirigida a la poblaci�n, o m�s espec�ficamente, a sus seguidores y simpatizantes.
Es muy interesante que el presidente haya decidido dedicar tanto tiempo a este asunto, porque significa que sus an�lisis le indican que no ha conseguido hasta ahora convencer a su p�blico cautivo de las bondades y beneficios de sus decisiones y de las acciones del gabinete aquel d�a negro en Culiac�n.
Y es que desde aquel d�a el discurso ha sido en pro de un gobierno humano, que pone por encima de la aplicaci�n de la ley y la persecuci�n de los delincuentes el bienestar de los ciudadanos.
Es un argumento muy bueno, con enorme carga emocional, en especial cuando plantea el contraste con los gobiernos anteriores, en los que tuvimos decenas de miles de muertes llamadas da�o colateral.
Sin embargo, todo indica que no ha sido suficiente. Las redes est�n incendiadas con se�alamientos y las im�genes de la violencia que padecieron los ciudadanos aquel d�a. Ah� tambi�n hay un elemento emocional, muy potente, que al parecer ha da�ado el discurso del presiente.
Habr� que ver en los siguientes d�as como resulta la estrategia de la ma�anera de ayer, que tendr� su segunda parte hoy. Hasta entonces podremos saber qu� tanto da�o ha hecho este asunto al Ejecutivo federal.
Sin embargo, esta puede ser la primera crisis real que enfrentan el presidente L�pez Obrador y su gabinete, lo sabremos en unos d�as y con ello veremos su verdadera capacidad para enfrentar y resolver este tipo de situaciones.
Por cierto, la parte de la estrategia en la que culpa a los medios de comunicaci�n tradicionales de las cr�ticas y se�alamientos de la gente es muy h�bil, consecuente con lo que ha hecho hasta ahora. Desestimar los cuestionamientos culpando a los medios de ser corruptos, �fif�s�, conservadores y aliados de sus enemigos. A�n as�, es injusta.
El presidente olvida que cada uno desde su trinchera tiene una obligaci�n clara con la sociedad.
La suya es gobernar, garantizar condiciones de paz y desarrollo para los mexicanos y administrar los recursos del pa�s. La de los medios de comunicaci�n es llevar a los ciudadanos la informaci�n suficiente para que puedan formarse un criterio, analizar y tomar decisiones. As� las cosas, �l no puede culpar de sus fallos a los medios, porque es lo mismo que �matar al mensajero�.