Debido a la pandemia, la imagen del se�or del Sacromonte permanece en la parroquia principal del municipio y no en la capilla del cerro donde cada a�o se venera al cristo negro que est� hecho de pasta de ca�a y que el pr�ximo mi�rcoles de ceniza estar�a a todo lo que da el festejo religioso que fue suspendido por tercer a�o consecutivo a causa de las restricciones por el coronavirus.
Los visitantes, que com�nmente llegan para la fiesta, saben que este a�o no habr� festejo alguno por lo que simplemente acuden a la parroquia para visitar a la imagen de su devoci�n, algunos se toman el tiempo para recorrer el centro de Amecameca y luego se disponen a retirarse.
Para entrar a la parroquia no hay m�s restricciones que tomar las medidas sanitarias como el uso obligatorio del cubrebocas y gel antibacetrial, adem�s de la sana distancia, luego la gente puede entrar al recinto donde a mitad del pasillo central se encuentra el nicho de cristal que a toda perfecci�n permite observar al cristo que se espera ya para el pr�ximo a�o sea subido a la capilla del cerro donde ha sido su lugar durante d�cadas.
En tiempos sin pandemia, el centro de Amecameca luce con fiesta en todo su esplendor, con juegos mec�nicos de feria y con el comercio por todas partes sobre todo en el camino que va al cerro donde abunda la venta de alimentos y art�culos religiosos, pero hoy mismo todos estos espacios est�n vac�os, lo cual tambi�n representa una baja para la econom�a local.
Tras la celebraci�n del mi�rcoles de ceniza, tambi�n sin la pandemia, se celebra el carnaval anual, sin embargo, ahora todo est� suspendido y los habitantes ya extra�an que este tipo de fiestas populares no se est�n realizando despu�s de un largo periodo de pandemia.
Por cierto, que a la parroquia de la Asunci�n, le est�n haciendo restauraciones, incluso en alguna �reas se pintar�n bellos murales, algunos que ya se pueden ver, pero en general debido a las reparaciones, la iglesia no est� cerrada al p�blico, as� que que los visitantes podr�n disfrutar admirar las pinturas y los retablos a los cuales no les hacen trabajo alguno.