En el Estado de M�xico cada vez son m�s lo casos de golpizas a delincuentes que en su intento de robar en el transporte p�blico o en la v�a p�blica, son detenidos por las v�ctimas que deciden hacer justicia por propia mano, pese al riesgo que esto representa.
De acuerdo al reporte de Incidencia Delictiva del Observatorio Nacional Ciudadano, el Estado de M�xico ocup� en el segundo trimestre de 2020 el primer lugar en robo con violencia, robo a transe�nte y robo en transporte p�blico a nivel nacional, el segundo lugar en robo de veh�culo y el tercer lugar en extorsi�n y lesiones dolosas.
En el municipio de La Paz, luego de que un hombre intentar� robar el bolso de una mujer, vecinos del tianguis de Los Reyes propinaron una golpiza al presunto delincuente, durante ese tiempo elementos de seguridad p�blica, jam�s llegaron al lugar.
�Es m�s f�cil darle su castigo al ratero, que si le hablamos a la polic�a pues siempre tarda en llegar, estamos hartos de que venga gente de otros municipio que solo vienen a ver qu� se roban, por eso todos aqu� estamos alertas�, declar� un comerciante que estaba cerca del lugar cuando paso el incidente.
El problema de la inseguridad es un tema que duele a todos los municipios de la entidad, principalmente para los municipios que se encuentran conurbados con la Ciudad de M�xico, tal es el caso de La Paz, Nezahualc�yotl, Valle de Chalco e Ixtapaluca.
La autopista M�xico � Puebla, es uno de los principales puntos d�nde se comenten asaltos en el transporte p�blico, las v�ctimas aseguran que a pesar de denunciar las autoridades no hace nada por atender el problema.
�Un conocido m�o, recibi� un disparo en el brazo al no querer dar su mochila, con mucho esfuerzo ganamos el pan de cada d�a que llevamos a nuestros hogares para que un rato no lo quiten�, dijo una usuaria del transporte que viaja del metro Santa Martha a Avenida Alfredo del Mazo.
Cansados de los constantes asaltos, la gente se�ala que por una parte est� bien que las v�ctimas hagan justicia por propia mano, esto ante la ausencia de la autoridad, pero por otra parte no, pues ponen su vida en riesgo al querer quitar el arma al delincuente o que se les pase la mano con los golpes y los acusen por homicidio.
Soledad Rojas