Antonio Espinoza
Es uno de los artistas cubanos contempor�neos m�s notables en la escena actual. Se llama Hamlet Lavastida, tiene 38 a�os de edad y se encuentra preso en su pa�s desde el pasado 26 de junio. Fue arrestado por agentes de Seguridad del Estado, para ser investigado por su participaci�n en un chat privado del movimiento disidente 27N (al que pertenece) en la aplicaci�n Telegram, en donde sugiri� la idea de marcar billetes cubanos de curso legal con logotipos de organizaciones opositoras al gobierno, como el Movimiento San Isidro (MSI) y el mismo 27N. La propuesta del artista no lleg� a materializarse, pero a�n as� fue detenido por agentes del r�gimen policiaco que impera en la isla, acusado de �incitaci�n a delinquir�. Lavastida hab�a regresado a Cuba el 21 de junio, tras finalizar una residencia art�stica en la K�nstlerhaus Bethanien de Berl�n, Alemania. Cinco d�as despu�s de su llegada, fue detenido y trasladado a Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado. Autor de una obra art�stica en la que cuestiona reiteradamente el sistema comunista de su pa�s, Lavastida ha sido permanentemente censurado por el r�gimen dictatorial. Ahora paga con c�rcel su rebeld�a.
Numerosas voces se han o�do para exigir la liberaci�n de Hamlet Lavastida. Recientemente, en el marco de ARCO, la feria de arte contempor�neo que se celebr� en Madrid del 7 al 11 de julio, se llev� a cabo una mesa redonda organizada por TBA21 (Thyssen-Bornemisza Art Contemporary), para hablar sobre el caso de Lavastida y abogar por su libertad. En la mesa redonda participaron el artista cubano Marco A. Castillo, la curadora portuguesa Sof�a Lemos, el cr�tico y curador cubano Gerardo Mosquera y el cr�tico y curador mexicano Cuauht�moc Medina. Todos hablaron sobre la vida y la obra del artista cubano, adem�s de solicitar ayuda a la comunidad internacional para exigir su libertad. Como parte del evento, un grupo de artistas repartieron billetes cubanos y euros sellados con distintas consignas: �Free Hamlet�, �El arte no es delito�, �MSI� y �27N�. Evidentemente, la acci�n realizada por estos artistas consisti�� en materializar la idea original de Lavastida, s�lo que ahora con el objetivo central de pedir su libertad.
Desde que irrumpi� en la escena art�stica, Hamlet Lavastida (La Habana, 1983) se ha distinguido por su rebeld�a creativa, por romper con las reglas impuestas durante m�s de medio siglo por las instituciones culturales oficiales del Estado totalitario cubano. Egresado del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana en 2009, Lavastida fue alumno de la C�tedra Arte de Conducta, creada y dirigida por Tania Bruguera, la c�lebre artista disidente. Haciendo honor a su nombre, el autor se pregunt� en alg�n momento sobre el ser y no ser del arte, llegando a la conclusi�n de que el arte tiene que ser un instrumento est�tico y pol�tico en contra del poder. Con esta idea en mente, ha actuado en consecuencia, cuestionando en su obra el poder totalitario. Su pr�ctica art�stica se centra fundamentalmente en la apropiaci�n del discurso ideol�gico y manique�sta del r�gimen cubano �incluyendo su iconograf�a simb�lica-, con el fin de resignificarlo para revelar su car�cter autoritario y represivo. A trav�s de collages, fotograf�as, instalaciones y videos, Lavastida expresa su postura rebelde y su abierta oposici�n al gobierno comunista.
A�n cuando ha sido sistem�ticamente censurado en su pa�s, Hamlet Lavastida ha podido integrarse con �xito en el escenario art�stico internacional. Su exposici�n m�s reciente fue resultado de su residencia art�stica en la K�nstlerhaus Bethanien de Berl�n. En este espacio se present� su exposici�n: Cultura profil�ctica, del 16 de abril al 24 de mayo. Fue una exposici�n art�stica-pol�tica y muy provocadora desde su t�tulo, en el que se apropia de un t�rmino del sector salud para cuestionar con iron�a y sarcasmo el car�cter autoritario y represivo del r�gimen cubano, su discurso ideol�gico anacr�nico, su ineficiencia burocr�tica y su ineptitud para enfrentar la pandemia. La muestra estuvo conformada por dos instalaciones murales realizadas con papel recortado y stencil, colocadas en paredes opuestas. Las im�genes de la muestra que se pueden ver en Internet, revelan un trabajo gr�fico y manual sumamente pulcro, que sostiene un discurso claro y contundente en contra del Estado Profil�ctico Cubano y su narrativa pseudorevolucionaria.
En la primera instalaci�n mural, Hamlet Lavastida dispone una serie de elementos icnogr�ficos y ling��sticos que evocan, con sentido cr�tico, los dise�os propagand�sticos colocados en el espacio p�blico que el gobierno castrista utiliz� en los a�os sesenta y sesenta para adoctrinar a la gente y ayudar a la construcci�n y a la institucionalizaci�n del socialismo en la isla. En la segunda instalaci�n mural, Lavastida reproduce pasajes del interrogatorio al que fue sometido el fot�grafo Javier Caso el a�o pasado por agentes de Seguridad del Estado, debido a su relaci�n con el cineasta Miguel Coyula y la actriz Lynn Cruz, cuyo documental Nadie, fue prohibido en Cuba por su postura cr�tica hacia el socialismo. All� mismo, el artista reproduce la famosa carta de �autoinculpaci�n� que el poeta Heberto Padilla, encarcelado por sus cr�ticas a la revoluci�n, escribi� en 1971, en la que acepta haber difamado al r�gimen cubano. En Cultura profil�ctica, Lavastida cuestiona, por un lado, la iconograf�a propagand�stica del gobierno cubano y, por el otro, su car�cter totalitario, ejemplificado en el interrogatorio a Javier Caso de 2020 y la �confesi�n� de Heberto Padilla de 1971.
Bien sabido es que la detenci�n y la posterior �autoinculpaci�n� de Heberto Padilla supuso la ruptura con Cuba de buena parte de la intelectualidad occidental, hasta entonces fascinada con Fidel Castro. El �caso Padilla� llev� a muchos intelectuales que hab�an apoyado la Revoluci�n �el ejemplo m�s c�lebre es el del escritor Mario Vargas Llosa- a romper con el r�gimen de Castro. Fue el fin del romance. Atr�s qued� la efervescencia cultural que sigui� a la revoluci�n triunfante de 1959. Poco a poco, la isla pas� de ser aplaudida como un centro de libertad creativa y experimentaci�n �como lo fue en la d�cada de los sesenta, cuando intelectuales de la talla de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir visitaron la isla- a ser criticada por censurar a artistas y escritores. Hoy es el artista visual Hamlet Lavastida quien tiene que pagar con la c�rcel sus cr�ticas al gobierno comunista; un r�gimen totalitario que no acepta m�s verdad que la suya, como lo ha demostrado al reprimir el estallido social del 11 de julio.