El gobierno de Tequixquiac, a través de la Coordinación de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, realiza acciones para mejorar el entorno natural, en la comunidad de Tlapanaloya, biólogos realizan un proyecto para la recuperación de la zona de humedales, cuyo fin es el saneamiento natural de las aguas residuales, empleando una infraestructura para iniciar la restauración ecológica de la zona del Río El Salado.
Selene Escorza, Coordinadora del Medio Ambiente del Ayuntamiento indica que los humedales existen desde hace más de 20 años, pero no cumplen su objetivo, en este sitio se ha diseñado una infraestructura, ubicada entre limites de Hueypoxtla y Tequixquiac, con extensión de más de 500 metros lineales por 30 de ancho que en promedio tiene el Río el Salado.
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Considerando que ya se reciben las descargas del Gran Canal del Desagüe y con siglos de contaminación, es muy difícil para la población detectar la importancia del problema, por ello en un esfuerzo de ciudadanos de Tlapanaloya y de vecinos del municipio de Hueypoxtla, pretenden no sólo sanear el agua del arroyo, sino también convertirlo en un proyecto productivo para cultivo de flor de ornato, con especies como el alcatraz y papiro.
Comenta que por años el único tratamiento que se le da al agua es a través del riego agrícola, lo cual no es malo, pero no suficiente, por ello el proyecto de os humedales combatirá tres tipos de contaminación del agua; la física que se componen de residuos sólidos, la química, que proviene de detergentes, fertilizantes, grasas y los contaminantes biológicos compuestos de eses fecales.
La infraestructura instalada esta diseñada para liberar de esos tres contaminantes, primero el agua pasa por una rejillas donde se libera de la basura, luego pasa por un regulador controla la corriente cuando llueve y luego pasa por un cuello de botella que mide el flujo en litros por segundo, actualmente la cantidad de agua equivale a seis litros por segundo constante.
La otra parte de la infraestructura se denomina serpentín que hace que las arenas se retengan, luego pasa a una cisterna, ahí el agua ya se libero del 40 por ciento de la contaminación, luego se bombea a los humedales, a los que llama la bióloga “el corazon del tratamiento”.
Destaca que el humedal natural corresponde a una superficie de tierra inundada por agua, explica que por los años setentas descubrieron que funcionan como filtros, ahí bacterias que tiene el agua funcionan como nutrientes para las plantas, y finalmente las plantas a través de sus raíces absorben los contaminantes, estas son las que hacen la chamba de limpiar el agua en un proceso natural.
Comentan que el proyecto sigue funcionando, al observar que está atrayendo aves migratorias y rapaces entre otras especies.
Acela Montaño