Acela Montaño
Tequixquiac Edo. Méx. 30 de noviembre del 2020. Valuarte de la historia de un municipio, es la aportación de su gente, los primeros pobladores dejaron testimonio de su existencia, lo cuenta la historia con el hallazgo del Hueso Sacro, lo aztecas dejan el testimonio de una civilización de la que heredamos su conocimiento, la etapa independiente también dejo un bagaje cultural abundante que da origen a la forma de organización de nuestros días, y en nuestra época, existe gente destacada que aporta al tejido social que da identidad, algunos de ellos son los artesanos.
José Gerardo García Martínez, es uno de muchos personajes que ha hecho aportaciones a la vida cultural social de Tequixquiac, es un artesano que talla la madera, su obra tiene la característica de un fino terminado con herramientas básicas, la madera tallada la realiza con un proceso de desgaste y pulido a mano que da como resultado una obra de arte, las piezas realizadas a lo largo de su vida, tiene un componente artístico, el tallado de este artista permite convertir un trozo de madera en el que vuelca su talento creativo preciso.
Creador de la escultura tallada en madera del Cuauhtémoc, el último emperador azteca, ubicado en la plaza central del mimo nombre, Plaza Cuauhtémoc, la pieza que le da representatividad al municipio, se trata de una escultura de aproximadamente cuatro metros de altura y muestra al tlatoani en posición de guerrero, con su distinguido penacho, la hace con un tronco seco que alguna vez fue un frondoso árbol, el artesano explica que hace veinticuatro años el ayuntamiento lo pretendía retirar, él lo vuelve a plantar y comienza a darle forma, su labor la culminó en tres meses, previo al aniversario de número 176 de la erección de este municipio, hoy permanece ahí casi intacto gracias al mantenimiento qué el mismo realiza, y que celebra los 200 años de la municipalidad en 2020.
A raíz de esta obra, a este creativo le ofrecieron algunos trabajos particulares, con la recomendación palpable de que en su trabajo no usa ninguna máquina, todo es hecho a mano, aunque dice que no es tan redituable, “voy al día, pero hago lo que gusta”, y no ha tenido necesidad de promocionarse, sus máximos clientes han sido de municipios con afluencia turística como Tepotzotlán, Tula, Teotihuacán, Ocoyoac entre otros.
El también cronista en alguna época, o como él dice, narrador de historias y vivencias, rescata la cronología de Tequixquiac, aprende métodos de investigación junto con cronistas de municipios vecinos y realiza trabajos en conjunto, pero su habilidad sigue estando en la talla en madera y sus trabajos los expone en las ferias artesanales.
Un dato interesante de este artista está en la creación de dos de sus trabajos, se trata de dos imágenes religiosas que se veneran en Tequixquiac, una es la Virgen de Guadalupe y otra es El Cristo de la Capilla, este último, tiene un importante antecedente en una parte de la historia, por hacer el milagro de curar una pandemia, allá por el año 1834, pues las réplicas exactas de estas imágenes las realizó José Gerardo, con detalles acabados muy precisos, los hizo solo para su mamá, quien perdió la vista, “si mi madre no podía verlas, entonces las podía tocar y de esa manera realizaba sus oraciones”.
Artesano con habilidades naturales, señala que solo estudió la secundaria, siendo de familia campesina, mientras tuvo contacto con el campo, imaginaba en trozos de madrea o raíces que encontraba a su paso, figuras a las que luego daba forma, al paso de tiempo su acervo literario está basado en el atlas, en libros de historia universal, ha revisado la filosofía hindú y el judaísmo que da origen a alunas de sus esculturas, lo único que nunca ha revisado es literatura con temas de ciencia ficción.
Para replicar las figuras solo aprecia imágenes y el origen de las formas, estudio suficiente para realizas réplicas talladas en madera.
Un artesano con mucho talento! Felicitaciones!