Falta todav�a mucho tiempo para la elecci�n de gobernador y ya el barco de Higinio Mart�nez empieza a hacer agua. Eso pasa con las campa�as adelantadas, suelen da�ar m�s que ayudar, porque dan oportunidad de que los adversarios encuentren los puntos d�biles.��
Lo feo es que, en este caso, es el fuego amigo el que est� causando da�o importante al senador, que ha dejado algunos inconformes en el camino.�
No es extra�o, cuando hay por lo menos dos fuertes aspirantes m�s a la candidatura en el mismo partido: Horacio Duarte y Delfina G�mez.�
Ambos tienen la ventaja de trabajar con el gran l�der L�pez Obrador, lo que siempre les permitir� mejores posibilidades.�
Adem�s, la maestra tiene arrastre dentro y fuera de su partido y su cercan�a con el presidente es mayor.�
Tiene una trayectoria limpia. Ya fue alcaldesa, senadora -muy poco tiempo-, s�per delegada del gobierno federal en el Estado de M�xico y ahora Secretaria de Educaci�n, sin embargo, no se le conocen derroches o cambios extraordinarios en su forma de vida.�
No puede decir lo mismo Higinio Mart�nez, que desde la alcald�a empez� a crecer econ�micamente, al punto de que cuentan entre sus allegados que medio Texcoco es suyo.�
Dicen que el amor y el dinero no se pueden esconder y�las� historias�acerca de su fortuna son bien conocidas en su tierra.��
Nazario Guti�rrez puede dar fe de todo aquello, le conoce las cuitas desde hace tiempo, se sabe y el Senador no ha sido discreto.�
A la larga, el texcocano debe tener cuidado, porque su destape no le ha ca�do bien a todos en Morena y �l no es el �nico con seguidores�
Para colmo, su partido no pasa por el mejor momento. Para ellos la elecci�n pasada fue demoledora, pues no s�lo perdieron la ventaja que les hab�a dado el efecto L�pez Obrador, sino que las grietas internas se volvieron abismos.�
Este era momento de buscar la unidad, de sanar heridas y fortalecerse, antes de empezar con lucimientos personales, eso se lo reclaman al Senador, junto con los malos resultados que dio su grupo en los comicios.�
Total, mal y de malas, dicen. Tal vez por eso empiezan las filtraciones y eso seguir� haciendo agua, con riesgo de hundirse antes de zarpar.�
De todos modos, Juan te llamas: En el Palacio Municipal de�Toluca� todo�es tensi�n y caras largas.��
Entre la falta de pago a los trabajadores y los esc�ndalos que surgen aqu� y all�, el alcalde Juan Rodolfo S�nchez G�mez ya no ve la salida.�
Era de esperarse que la situaci�n empeorara, porque resolver el pago de una quincena no era m�s que un paliativo. Lo que preocupa m�s es el fin de a�o, cada vez m�s cerca.�