La agenda nacional, como es conocida a este cumulo de intereses y necesidades apremiantes de la sociedad mexicana. No ha cambiado mucho en los �ltimos sexenios.�
Claramente vemos la constante de crecimiento econ�mico, empleo, salud, y por su puesto, seguridad p�blica.�
Y al hablar de seguridad p�blica se engloba no solo los temas relacionados con la polic�a, los ministerios p�blicos o fiscal�as, jueces, detenidos, sino tambi�n los n�mero de delitos cometidos en cierta regi�n. A eso lo hemos aglutinado en los intereses sobre la seguridad p�blica.�
Dentro de la seguridad p�blica, hoy en d�a recae el mayor inter�s, y esto en el simple sentimiento de sentirnos seguros.�
Bajo esta idea, el creciente numero de delitos que a diario se cometen en el pa�s ha ocasionado un elemento diferenciador, los delitos de alto impacto -como si los restantes no tuvieran impacto en la sociedad- y bueno, en relaci�n a esta categor�a que hoy acapara la atenci�n de los noticieros y la prensa, tienen al mexicano preocupado ante su incremento.�
Hablar de homicidios dolosos, extorsiones o secuestros desafortunadamente ha ido en aumento, son palabras que ya no solo son de uso cotidiano de la polic�a, sino de ni�os que viven en ciertas regiones del pa�s esto por lo cotidiano que se han vuelto los eventos relacionados con estos.�
La gran pregunta que todos nos hacemos, no solo recae en la forma en que habr� de combatirse a las organizaciones criminales que han generado en su mayor�a las muertes violentas en los �ltimos a�os. Sino en si es posible prevenir este y otro tipo de delitos.�
La mayor parte de nuestra historia en relaci�n al combate contra la criminalidad ha sido enfocada solo a los efectos, es decir a tratar de apagar el fuego de los delitos de alto impacto.�
Prevenir, como su palabra lo indica es anticiparse a la comisi�n de estos delitos, evitar que sucedan, que no se realicen.�
Y esto, no porque exista un polic�a en cada esquina evitando que alg�n ladr�n asalte, o que haya un elemento de seguridad en los autobuses para disuadir a los asaltantes del autotransportes y as� podr�amos enunciar el sinn�mero de circunstancias en las que parece que solo la presencia de polic�as bien armados funcionar�a.�
Este es el malentendido que hemos hecho de la prevenci�n del delito. En realidad va m�s all� que el aumento de polic�as y del armamento que portan.�
La prevenci�n delictiva debe ser entendida desde las razones por las cuales el mexicano delinque.�
�Existe alg�n estudio que nos indique la raz�n por la cual el robo con violencia aument� considerablemente los �ltimos a�os? �Por qu� raz�n la mayor parte de personas en prisi�n preventiva son j�venes de 18 a 30 a�os? Es informaci�n que parecer�a b�sica para poder situarnos en el camino de las respuestas y las soluciones a este problema.�
Lo cierto es que a nadie le ha importado establecer las causas, diferenciarlas y atenderlas, como base de una efectiva prevenci�n del delito.�
Coincido con el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador, una pol�tica de combate b�lico no es la salida contra el crimen, debe atenderse a sus causas, sin embargo, esto debe hacerse con seriedad, y bajo el necesario an�lisis y escrutinio.�
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Dr. Octavio Mart�nez Camacho�
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.�