Ha comenzado el juicio criminal contra Genaro García Luna, quien fuera Secretario de Seguridad Pública y quien dirigió instituciones de primer nivel en esta materia en México.
Este juicio tiene como principales “actores”, capos del crimen organizado y ex funcionarios mexicanos que comparecerán como “testigos protegidos” a narrar ante el juez y jurado, las actividades criminales de García Luna.
Es de esta forma como los testigos protegidos cobran especial interés, pues generar diversas preguntas sobre su actuar en este tipo de juicios.
Estos testigos son personas que también están sujetas a investigaciones criminales, pero llegan a un “acuerdo” con la fiscalía para “colaborar” dando información valiosa sobre alguna persona u organización y acudir a un juicio como testigo y declarar en contra de alguien, precisamente a cambio de una reducción de pena o no ser perseguido.
Es una figura que es muy efectiva pues se basa en el objetivo de desarticular alguna organización criminal que sin la información y testimonio de sus integrantes sería muy complicado hacerlo, y la básica frase “lo más por lo menos”, es decir, se le da un beneficio a cambio de algo más importante.
Por eso es que en el caso de García Luna habremos de ver como testigos colaboradores que están bajo protección gubernamental a capos y ex funcionarios que en su momento fueron detenidos y procesados, pero que llegaron a un acuerdo con el gobierno.
Este acuerdo fue, declarar contra García Luna a cambio de beneficios procesales o no ser castigados.
Los casos complejos requieren de este tipo de acciones, no es que exista impunidad, simple y sencillamente se opta por el éxito de un caso complejo.
Los testigos colaboradores son una gran herramienta que nos muestra que lo importante en la justicia criminal es lograr condenas sobre personas de alto perfil.
Dr. Octavio Martínez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.