Estamos por cumplir casi un mes, de que tuvieron verificativo las elecciones más grandes en la historia de México. De hecho, el llamado “proceso electoral” aun continua, y esto en virtud de que este periodo no solo es el día en que acudimos los ciudadanos a votar, en realidad comprende un lapso de tiempo mucho más amplio, que comienza desde la preparación de la elección, hasta el dictamen y declaración de validez de la elección para lo cual res importante señalar, culmina con el estudio y resolución de las impugnaciones judiciales que se pudieran plantear.
Por esta razón, es que aun nos encontramos bajo impugnaciones jurídicas que deben ser resueltas para poder cerrar este proceso electoral.
No obstante, el escenario político generado precisamente por el resultado de estas elecciones ha causado en algunos sectores preocupación, en otros fortaleza y en otros tantos incertidumbre.
Las fuerzas políticas hacen un balance de los resultados, y en esta reconfiguración que necesariamente se hace se gane o se pierda, han de ajustar sus bastiones y actores políticos para hacer frente al contexto postelectoral.
Cuando decimos que se hacen ajustes postelectorales por parte de los actores y grupos políticos, no solo me refiero al análisis necesario de las acciones que pudieron haberse errado o la continuidad y perfeccionamiento de aquellas otras que fueron un total acierto. También me refiero a los peligros que ante un resultado no favorable pueden acaecer, y que necesariamente generan angustia y la búsqueda de salidas, unas jurídicas, otras políticas, pero al final bajo el velo de la negociación política.
La negociación y los acuerdos políticos me parece que será la constante que habremos de observar en los próximos años de cara a las elecciones del 2024, esto pues por un lado tendremos aquellos que buscaran el cobijo del vencedor para no ser no vilipendiados o hasta perseguidos políticamente; y otros, que en buscaran aun mayor fuerza que solo una alianza podría proporcionarles.
De esta manera, la verdad es que podemos visualizar en pocos meses, que partidos de derecha podrán transitar y aprobar decisiones que tradicionalmente son de sectores políticos de izquierda, y viceversa seguramente.
Los próximos serán meses de decisiones, de alianzas, de confrontaciones y de acuerdos políticos; y claro, también de persecuciones.
Las elecciones marcan el ritmo de actividad política, esto nos guste o no. Las decisiones políticas tendrán como horizonte la protección a futuro o la no extinción de un grupo político.
Dr. Octavio Martínez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.