El pasado lunes, nuevamente un evento acapar� la atenci�n de la prensa nacional. La muerte de un periodista en la ciudad de Morelia en el Estado de Michoac�n, por disparos de arma de fuego.
Cerca de las catorce horas, cuando Abraham Mendoza sal�a del gimnasio, a bordo de su veh�culo, en una de las avenidas m�s importantes de la capital michoacana, hombres armados realizaron diversos disparos en su contra, muriendo en ese lugar.
De acuerdo con la Fiscal�a General del Estado de Michoac�n, inform� m�s tarde que cerca del lugar detuvo a tres personas en posesi�n de armas de fuego, que podr�an estar relacionadas con el homicidio de Mendoza Mendoza.
Este joven fue periodista en diversos medios, lo que trajo consigo una serie de condenas por parte de medios de comunicaci�n y periodistas, as� como figuras p�blicas y del propio Presidente de la Rep�blica.
Con este homicidio, van ya m�s de 43 los periodistas que han sido privados de la vida de forma violenta en la presente administraci�n.
Es un periodista m�s que se suma a la lista de personas violentadas en Michoac�n, y que hasta este momento no se tiene claridad en las razones, motivos o circunstancias de su homicidio.
Es un caso m�s, de los cientos que la fiscal�a michoacana tiene que investigar, y llevar al o los responsables ante las autoridades judiciales y lograr sentencias condenatorias en su contra.
Es nuevamente el caso de un periodista que pierde la vida por disparos de arma de fuego, a plena luz del d�a en una calle c�ntrica sin que nadie haga nada o diga nada.
Es un caso m�s donde de inmediato las autoridades salen a manifestar sus condenas o condolencias a los familiares.
Es un caso m�s que conforme pasan los d�as se va perdiendo el inter�s de saber quien o porque raz�n lo privado de la vida.
Es un caso m�s que no genera el inter�s de las autoridades encargadas de llevar a cabo la investigaci�n, y que termina siendo un expediente m�s en el mont�n que ocupan las fiscal�as o procuradur�as.
Es un caso m�s que ahoga la libertad de expresi�n y opini�n en M�xico, golpeando al sector period�stico nuevamente.
Es un caso m�s que nos muestra que la indiferencia ante un homicidio de otro ser humano ya es un s�ntoma de nuestra sociedad, que ha perdido la capacidad de asombrarse y sobre todo, de reclamar ante este tipo de acontecimientos.
La trascendencia del homicidio de Abraham Mendoza no radica en que era periodista, pues su vida al igual que la de cientos de michoacanos y mexicanos que la han perdido de esta forma era importante. En realidad es el momento, un momento de que no se ve fin a esta creciente ola de muertes tr�gicas y violentas, que no se investigan, que no hay responsables, que no hay consecuencias y que las autoridades prefieren mantener en el anonimato.
Dr. Octavio Mart�nez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.
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