ANTE PROBLEMAS EXTRAORDINARIOS, ACCIONES CONJUNTAS Y EXTRAORIDINARIAS
Desde las primeras señales de alarma emitidas por las instancias de gobierno a causa de las afectaciones de salud que la pandemia del Covid-19 podría representar para todos los sectores de la población, el sector empresarial fue uno de los primero respondientes y de los que primeros que “se puso la camiseta” para colaborar en beneficio del bienestar de las y los mexiquenses.
El comercio formal, en colaboración y atendiendo las medidas recomendadas por los especialistas en la materia, identificamos las actividades de mayor riesgo para nuestros colaboradores y clientes, reaccionando con medidas físicas y sanitarias dentro de las propias unidades económicas para contener el virus y evitar ser un foco de infección.
Intensificamos las acciones de prevención, santización e identificación de los probables casos de contagio del virus SARS CoV2 dentro de nuestros colaboradores.
Sin embargo, pese a los esfuerzos que se han realizado dentro de la economía mexiquense formalmente establecida, la propagación del virus y las complicaciones que conlleva no se han podido contener a nivel local ni a nivel nacional.
Conforme pasan los días de esta Nueva Normalidad y de esta segunda oleada de casos, algunos medios y expertos señalan que México nunca superó la primera, vemos que diariamente superamos los récords de casos y de contagios diarios.
Estos números que desgatan diariamente al personal médico y a todo el sector salud, comienzan a cobrar factura dentro del sector económico que se ha mantenido atento a los lineamientos dispuestos por las autoridades.
Sin embargo, la situación de los cierres obligatorios ha puesto en serios aprietos a diversos sectores económicos, en el caso de la industria restaurantera, se ha calculado que, desde el inicio de la pandemia, en la Zona Metropolitana del Valle de México se han cerrado 13 mil 500 establecimientos que ha desencadenado en la pérdida de alrededor de 50 mil empleos directos.
El sector económico formal es responsable y actúa de conformidad a los lineamientos sanitarios establecidos por la autoridad, por lo que consideramos necesaria empatía y un voto de confianza al sector establecido que genera empleos y genera bienestar para la población.
La competencia ha sido en una cancha dispareja, mientras los empresarios somos sujetos a revisiones y cierres obligados, la economía informal aprovecha los espacios dejados sin mayores restricciones y sin las más mínimas medidas de higiene.
Estudios internacionales como el llevado a cabo por The Wall Street Journal en New York da cuenta de que los contagios se dan principalmente en las fiestas privadas, no en los restaurantes; la investigación reveló que los restaurantes sólo representan 1.4% de la propagación del virus.
Como integrantes de la Iniciativa Privada, no nos oponemos a las reglamentaciones en pro de la salud, entendemos que una situación extraordinaria como está requiere medidas extraordinarias y la activa participación de todos reducirá en buena medida los contagios y permitirá una reactivación económica moderada.
Consideramos esencial atender las voces que solicitan la revisión de las medidas, la participación de los empresarios en las mesas de trabajo y la atención de la competencia desleal; la actualización de las actividades consideradas esenciales a partir del semáforo epidemiológico será un buen inicio.
El sector económico mexiquense desea ser parte de la solución y solventar los retos que el Covid-19 presenta, unidos saldremos avante.