Martha Gonz�lez Aguilera�
Uno de los principales argumentos de los diputados de Morena para pretender revertir el ajuste a la tarifa de dos pesos en el transporte �por la v�a de la invasi�n al poder Ejecutivo, por cierto- es que no ha habido �gasolinazos� que justifiquen el alza.
Los morenistas hacen cuentas alegres, pues lo cierto es que de septiembre de 2017, fecha en que se autoriz� el pen�ltimo ajuste tarifario, a enero de este 2020, la gasolina Magna ha sufrido una variaci�n de 30.73 por ciento, de acuerdo a la Comisi�n Reguladora de Energ�a del gobierno federal.
Que el aumento a la tarifa pulveriza el incremento al salario m�nimo, justifican. Otro error. Los mini salarios han tenido un aumento de 53.95 por ciento, en el mismo lapso.
Se trata, como usted puede comprobar, de cifras de instituciones del gobierno federal, hoy representado por Morena.
Ser�a bueno conocer los �otros datos� de los legisladores locales, pues parece que ni siquiera los tienen, o al menos sus propuestas realistas para mejorar las condiciones de movilidad de 6 millones de personas en el Estado de M�xico, porque hasta hoy, m�s de lo mismo, estridencia pura.
Lo cierto es que a nadie le gusta el aumento a la tarifa del transporte, en esencia porque las condiciones en las que el sector opera actualmente son a�n terribles y eso lo sabemos todos, los usuarios y los que no se suben a los camiones.
Hay un avance, es cierto, aunque falta mucho m�s por hacer, sin embargo, la soluci�n no es pol�tica ni puede encontrarse por la v�a de a confrontaci�n.
Los diputados mexiquenses, tanto los de Morena como los de los dem�s partidos, tienen el derecho de opinar, pero no tienen injerencia en este asunto, pues est� fuera de sus atribuciones.
El propio Maurilio Hern�ndez, l�der de la bancada morenista y presidente de la Junta de Coordinaci�n Pol�tica del Congreso Mexiquense, ha aceptado que no pueden los legisladores tomar parte de este tipo de decisiones, pero ante las presiones de los manifestantes, que tambi�n contra ellos han arremetido, optan por hacer declaraciones incendiarias que no resolver�n nada.
El transporte p�blico es un problema profundo y de grandes complicaciones, que este sexenio, por primera vez, empieza a tener v�as reales de soluci�n.
Para que el avance se concrete, las autoridades mexiquenses necesitan hacer un frente com�n en el que los transportistas no encuentren punto de fuga que les permitan sustraerse de su responsabilidad.
Si alguien decide tomar el tema como reh�n pol�tico, lo �nico que conseguir� es frenar una transformaci�n que es urgente y que parece que esta vez s� est� en marcha.