Antonio Espinoza
�Qu� herida duele m�s? Tal es el t�tulo de una obra de Stephanie Zedli, realizada para una exposici�n en Brasil, que consiste en una serie de bordados con los rostros de ocho mujeres asesinadas, junto a las cuales aparecen distintos monumentos hist�ricos. La joven autora explica as� la pieza conceptual: �Esta obra fue inspirada en las manifestaciones realizadas por mujeres feministas en M�xico, a lo largo de 2019. Ante la violencia contra las mujeres que se ha ido incrementando en los �ltimos a�os, finalmente vino la reacci�n y surgieron grupos feministas que iniciaron una aut�ntica rebeli�n para exigir justicia. Durante las marchas de los nuevos grupos feministas, se suscitaron diversos actos de violencia, entre ellos la vandalizaci�n de monumentos hist�ricos que son patrimonio de todos los mexicanos. Fue un grito de desesperaci�n que provoc� polarizaci�n en la sociedad: unos a favor de la rebeli�n feminista, argumentando que los monumentos pueden ser restaurados pero las mujeres asesinadas nunca volver�n y la herida en sus familias nunca sanar�, y otros cuestionando la actitud violenta de las manifestantes, argumentando que tales actos atentan contra el patrimonio cultural de la naci�n y no contribuyen en nada a la soluci�n del problema. Frente a este dilema, conceb� esta obra a partir de algunos de los casos de feminicidios m�s difundidos por la crueldad con la que fueron cometidos, como un homenaje a las v�ctimas y para invitar al espectador a reflexionar sobre el asunto: �Qu� herida duele m�s: la infringida a las mujeres asesinadas y a sus familias o la que afecta a nuestros monumentos hist�ricos?�
En la obra de Stephanie Zedli aparecen los rostros de tan s�lo ocho mujeres, apenas una m�nima parte de las m�ltiples v�ctimas de la violencia machista en M�xico. Sucede que vivimos en un pa�s en el que la violencia contra las mujeres no ha dejado de crecer en tres d�cadas. Desde el a�o de 1990, cuando se publicaron las primeras cifras, los homicidios de mujeres se han incrementado escandalosamente: de 1,519 en ese a�o a 3,656 en 2018, 3,809 en 2019 y 3,752 en 2020, seg�n datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P�blica (SESNSP). Me detengo en 2020, el a�o m�s terrible de la pandemia, porque de acuerdo con el informe: Impunidad en homicidio doloso y feminicidio. Reporte 2020, de la organizaci�n no gubernamental Impunidad Cero, en nuestro pa�s se comet�an entonces diez feminicidios diarios. La cifra escalofriante se ha mantenido a la fecha.
Lo m�s terrible de los feminicidios es la sa�a con la que se cometen. De acuerdo con el reporte: Victimizaci�n y Percepci�n de Seguridad del Instituto Nacional de Estad�stica y Geograf�a (INEGI), del a�o 2020, 70 de cada 100 mujeres son asesinadas con armas de fuego, mientras que 30 de cada 100 son ahogadas, ahorcadas, quemadas, golpeadas con alg�n objeto o muertas con armas punzocortantes. En el mismo informe se se�ala que de los asesinatos de mujeres cometidos en 2019, en el 92.4 % de los casos no se abrieron las carpetas de investigaci�n correspondientes ni se buscaron culpables, lo que propici� una total impunidad. La verdad es que de nada ha servido la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) ni la tipificaci�n en el C�digo Penal Federal del feminicidio como delito aut�nomo o como agravante del homicidio (2012). La ausencia de perspectiva de g�nero en las investigaciones de los asesinatos, la falta de cuadros profesionales y competentes de polic�as, peritos y agentes ministeriales, y las resistencias pol�ticas y jur�dicas de las autoridades a reconocer el delito de feminicidio, ha propiciado que la gran mayor�a de los cr�menes queden impunes. Lo que impera en este pa�s es una cultura machista que impide a las mujeres el ejercicio de sus derechos.
En los primeros tres a�os del gobierno de la llamada Cuarta Transformaci�n (4T), la tendencia de feminicidios se ha mantenido en ascenso. En su Tercer Informe de Gobierno, el 1 de septiembre de 2021, el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador reconoci� que el feminicidio, seg�n sus datos, se increment� 13 % durante su mandato. Lo que no dijo el presidente es que ese incremento se debe a las pol�ticas fallidas de su gobierno para proteger a las mujeres. El 27 de enero de 2021, en Palacio Nacional, la secretaria de Seguridad y Protecci�n Ciudadana, Rosa Icela Rodr�guez, present� una estrategia de atenci�n a la violencia de g�nero basada en cinco acciones inmediatas para evitar que las mujeres sigan siendo violentadas. En cuanto a los feminicidios, anunci� la conformaci�n de un cuerpo especializado, integrado por mujeres, para apoyar a las fiscal�as estatales en la investigaci�n y seguimiento de los asesinatos. A m�s de un a�o de la puesta en pr�ctica de estas medidas, los feminicidios no cesan.
No son s�lo las pol�ticas fallidas del gobierno de la llamada 4T; es tambi�n la actitud del presidente hacia las mujeres y el movimiento feminista. Estamos ante un pol�tico que no tiene la m�s m�nima empat�a por la causa de las mujeres. A pesar de su formaci�n pol�tica como un l�der social que se dice de �izquierda�, surgido del ala �progresista� del PRI, cr�tico de la desigualdad y de la injusticia, el presidente L�pez Obrador no parece entender el momento hist�rico del feminismo (nacional y global), el impulso vital que lleva a muchas mujeres a alzar la voz, organizarse y protestar, para exigir sus derechos y el respeto a sus cuerpos y a sus vidas. Acorde con esta actitud despreciativa y contrario a la igualdad y la justicia que la 4T dice procurar, el gobierno de AMLO redujo dr�sticamente el presupuesto a los programas destinados a la equidad de g�nero y a la atenci�n de mujeres en situaci�n de vulnerabilidad o violencia (los refugios), adem�s de cancelar el programa de estancias infantiles que apoyaban a madres trabajadoras.
En la utop�a comunitaria de AMLO no hay lugar para la protesta feminista. Convencido de que la desigualdad y la violencia es la misma para hombres y mujeres, y es resultado del modelo econ�mico neoliberal (�materialista e inhumano�, dice), ha descalificado una y otra vez al movimiento feminista, calific�ndolo como un movimiento �conservador� e �infiltrado� por gente que s�lo busca atacar a su gobierno para impedir la transformaci�n del pa�s. Para responder a las protestas cada vez m�s intensas en la Ciudad de M�xico por los feminicidios, el 13 de febrero de 2020 el presidente present� un dec�logo para enfrentar la violencia contra las mujeres, en el que entre otras cosas se dice que �es una cobard�a agredir a la mujer�. Distintas organizaciones feministas cuestionaron el dec�logo presidencial, argumentando que es un documento moralista que no va a detener la violencia feminicida en el pa�s y exigiendo del gobierno pol�ticas p�blicas puntuales para acabar con todo tipo de discriminaci�n hacia la mujer. Pero el presidente no tiene l�mites y cuando se monta en su macho, no hay nadie que puede bajarlo. Su apoyo descarado a dos de sus seguidores, acusados de acoso sexual (F�lix Salgado Macedonio y Pedro Salmer�n), es un escupitajo en la cara de las mujeres mexicanas. Es el M�xico feminicida de nuestro tiempo.
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