Martha Gonz�lez
Este fin de semana Morena hubo asambleas en los distritos del Estado de M�xico para elegir Consejeros, mismos que deber�n votar para la elecci�n de l�der estatal y nacional en unas semanas.
De eso se trata este proceso de renovaci�n, de cambiar la estructura completa, con miras a la elecci�n interna en la que se definir�, en buena medida, el futuro del este partido.
El problema es que 14 de las 41 asambleas fueron canceladas, por diversas irregularidades, pero en esencia, porque hubo brotes violentos. En algunos casos incluso se report� la presencia de hombres armados.
Por fortuna, lo �nico que sali� herido fue el propio partido, que sufri� un descalabro muy p�blico, incluso vergonzoso.
Los enfrentamientos entre grupos son evidentes desde hace tiempo y es claro que cuando el poder est� en juego, las pugnas son irremediables, eso no es extra�o en alg�n partido, por el contrario, es predecible.
El problema real est� en la incapacidad de este partido para resolver las confrontaciones por el poder de manera civilizada.
Es evidente que a Morena le hace falta capacidad de cabildeo y negociaci�n. Ya en los municipios y la bancada en el Congreso han dado muestra de que conseguir acuerdos y mantener la unidad no es lo suyo.
En los ayuntamientos morenistas, ha sido un verdadero triunfo la conformaci�n de los gabinetes, pues ni con mayor�a de su partido en los cabildos los alcaldes han conseguido que les aprueben los nombramientos. Ya ni hablar del resto de las decisiones que hay que tomar. Hay casos en los que hasta el orden del d�a discuten hasta el hartazgo.
Mientras, en el Congreso, ha sido evidente la confronta de grupos y los diputados declaran una cosa, mientras el l�der Maurilio Hern�ndez dice lo contrario y los desmiente de manera constante, incluso ha llegado a necesitar decir que la voz que manda ah� es la suya.
Lo peor es que, en lugar de buscar la manera de solucionar su propio conflicto interno, muchos se contentan con simplemente echarle la culpa a fuerzas externas, como el PRI.
Ayer, luego del fiasco en su proceso, l�deres morenistas se quejaban a voz en cuello de la infiltraci�n de pri�stas con la intenci�n de reventar las asambleas, cuando los militantes morenistas documentaban y publicaban en videos que algunos alcaldes reventaron el proceso al ver que no podr�an imponer a sus candidatos.
Malo que acudan a estas pr�cticas, pero peor que decidan echarle la culpa al de enfrente, con la doble moral que caracteriza a los pol�ticos de siempre, que tanto critican.
En todo caso, ayer Maurilio Hern�ndez acept� que hubo desorganizaci�n, caos y hasta dolo, cosa que debe resolverse o el proceso completo est� en riesgo. Al menos un voz sensata en ese partido, ojal� fuera la dominante.