Martha Gonz�lez Aguilera�
No cabe duda que en Morena est�n tan divididos que no dan con la estrategia adecuada para ning�n lado.
En el tema del aumento a la tarifa del transporte p�blico, donde era tan sencillo aprovechar al p�blico cautivo, no han dado pie con bola.
Primero se tardaron en responder, luego dicen que desde la bancada que no aceptar�n el aumento, cuando saben con claridad que nada pueden hacer al respecto.
Lo cierto es que solo se pronuncian en contra sin alguna propuesta real para darle soluci�n al problema, con declaraciones de politiquer�a.
Luego, a casi un mes de que el aumento entr� en vigor -en enero de 2020, el retraso a febrero es solo un acuerdo entre transportistas- arman una manifestaci�n en Toluca a la que ni sus acarreados llegan, o no en el n�mero previsto, porque aseguraban que ser�an mi 500 y no llegaron ni a 500, a pesar de ser acarreados.
No llegaron tampoco el l�der de la bancada, Maurilio Hern�ndez, o Azucena Cisneros, tan aguerrida, ni el presidente de la comisi�n. Dejaron solas a dos legisladoras desconocidas y el resto le sac� al bulto.
Y luego, como si no fuera suficiente desatino ya, el alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, sale con que llevar� a consulta el tema del llamado �tarifazo�, en otro intento de dar pan y circo a la gente.
Es tal la ambici�n de reelegirse que para allegarse simpat�as se adjudica facultades que no le corresponden, ya sea por desconocimiento, mala fe o ambas, de todos modos igual de reprochable, sobre todo si con ello pretende violar la ley.
Y es que cada autoridad pol�tica tiene facultades espec�ficas, enmarcadas por la ley, para actuar dentro de su mandato. Sin embargo, tal parece que al ecatepense esto no le importa, pues fomenta el enga�o a los ciudadanos, con el ofrecimiento de que los resultados de una consulta p�blica podr�an echar abajo el ajuste tarifario.
El art�culo 48 de la Ley Org�nica Municipal del Estado de M�xico en la fracci�n XVI establece que los Presidentes Municipales tienen como atribuci�n el �Cumplir y hacer cumplir dentro de su competencia, las disposiciones contenidas en las leyes y reglamentos federales, estatales y municipales, as� como aplicar a los infractores las sanciones correspondientes o remitirlos, en su caso, a las autoridades correspondientes;�.
En el caso anterior, el presidente municipal hace una mala interpretaci�n de las leyes a fin de detener el alza del transporte p�blico por una cuesti�n pol�tica individual, aunque para ello tenga que violar la normatividad adjudic�ndose atribuciones que s�lo se le confieren al Ejecutivo estatal y al Legislativo. Peor a�n, de concretar su consulta, estar�a incurriendo en el delito de abuso de funciones, de acuerdo a la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de M�xico y Municipios, como se se�ala en el art�culo 58.
Al alcalde le puede salir muy caro su intento de llamar la atenci�n y tendr� que responder si act�a por desconocimiento, mala fe… o ambas. Por decir lo menos.