Si las autoridades de los tres �mbitos de gobierno realmente desearan una funci�n p�blica eficiente y eficaz deber�an dejar a un lado la ret�rica y enfocarse en en el dise�o y operaci�n de pol�ticas p�blicas, programas y acciones para construir una administraci�n p�blica eficiente y capaz de resolver bien y pronto la problem�tica social.
Si lo que se quiere realmente es lograr una nueva forma de hacer gobierno, antes de arrasar con la oz de los despidos y recortes salariales muchas veces sin fundamento, los ejecutivos municipales, estatales y federal deber�an primero avanzar hacia el logro de objetivos tales como:
- Conocer el estado del arte de la funci�n p�blica. Realizar un censo de los recursos humanos adscritos a cada dependencia y entidad, para saber, por una parte, la dimensi�n y distribuci�n de la plantilla de personal, su escolaridad, formaci�n y experiencia, en contraste con un an�lisis, cat�logo, descripci�n de puestos y actualizaci�n de tabuladores salariales para efectos de escalaf�n, planear programas racionales de capacitaci�n y, en acato a la normativa en materia de datos personales, conocer informaci�n de incalculable valor para la planeaci�n y desarrollo estrat�gico de personal, como la edad del trabajador, su estado civil, sexo, domicilio, n�mero y edad de dependientes econ�micos, entre otros.
- Garantizar certeza en el empleo, mejorando los m�todos de selecci�n, reclutamiento y promoci�n del personal de base y de confianza, equilibrando el sistema de concurso y el de cuotas para escoger a los m�s aptos, con un esquema claro de atribuciones, evaluaci�n del desempe�o, seguridad social y ascenso en el escalaf�n.
- Optimizar la Competencia Profesional, mediante un s�lido programa de formaci�n, capacitaci�n, adiestramiento y actualizaci�n, no solo en t�rminos profesionales sino tambi�n en materia de relaciones humanas, cultura organizacional, esp�ritu de servicio y relaciones humanas, a fin de dar una mejor la atenci�n al p�blico para atender y resolver los asuntos a su cargo.
- Actualizar y simplificar el marco jur�dico administrativo, con objeto de precisar atribuciones y mecanismos de coordinaci�n intra e inster institucional de organismos y servidores p�blicos; dar certeza y claridad a los ciudadanos en cuanto a los tramites y procedimientos que deben realizar; impulsar e incrementar la participaci�n de la ciudadan�a en distintas fases del proceso administrativo.
La profesionalizaci�n del servicio p�blico no es utop�a, ya un hecho tangible por ejemplo en el servicio exterior, la carrera militar y el servicio profesional electoral, lo que debe ser un aliciente para extender estos casos de �xito a todas las esferas del quehacer gubernamental.
El escenario actual exige definir y operar estrategias para mejorar el servicio p�blico, pero hacer esto realidad implica necesariamente que haya liderazgo y voluntad pol�tica para tomar decisiones, coordinar esfuerzos, de forma vertical entre las distintas esferas de gobierno y horizontal a nivel intra e interinstitucional, logrando que el servicio p�blico de car�cter civil, menospreciado por administraciones anteriores, pero olvidado en las actuales, recupere su merecida calidad de motor del desarrollo y de la verdadera transformaci�n nacional que todos queremos y seguimos esperando.
Por Jos� Ram�n Gonz�lez Ch�vez