A pesar de que la Secretaría de Salud y de Educación del Estado de México establecieron las acciones a realizar ante la presencia o sospecha de casos de COVID-19 en los planteles, padres de familia de la Escuela Secundaria Oficial No.0836 Efrén Rojas Dávila en San Mateo Atenco están preocupados, pues informaron que una maestra dio positivo y por cada grupo ya se han detectado al menos cinco estudiantes con síntomas.
Una madre de familia, que pidió el anonimato, informó que desde la semana pasada la profesora del primer grado, grupo A ya no asiste a la escuela debido a que dio positivo a la enfermedad y fue retirada por 14 días. Sin embargo, todos los grupos continúa en clases presenciales. Los directivos solamente pidieron que los padres estuvieran atentos a cualquier síntoma en sus hijos.
“Es preocupante porque la maestra contagiada tuvo contacto con todos esos niños que estuvieron ese día y los niños continúan yendo a la escuela como si nada hubiera pasado”, dijo.
Acusó que hay una desorganización en la escuela estatal, no atienden los chats y la mayoría de los papás, al saber que ya no hay clases virtuales, llevan a sus hijos, por lo que gran parte de ellos llegan a la escuela, en la que la matrícula estudiantil es de 250 alumnos. Aproximadamente asisten 200.
Por cada grado, hay dos grupos, en los que calculan que por cada uno hay aproximadamente 5 alumnos que durante la semana comenzaron a presentar síntomas. Acusó que cerca de treinta estudiantes toman clases presenciales en cada salón, mismos que son reducidos, lo que viola el protocolo.
En tanto, señaló que en la escuela sí está instalado el Comité Participativo de Salud Escolar, sin embargo, aunque los alumnos presenten síntomas, les permiten entrar a clases.
“En un principio nos manejaron que iba a haber clases virtuales para los niños que no quisieran ir, pero no hemos recibido ninguna atención y cómo no hay atención, todos los niños están optando por ir, a pesar de que lleven gripa o no gripa, o que el maestro tenga gripa o no, pues los directivos comentan que es a fuerza ir”.
Precisó que la escuela no tiene agua potable e incluso, desde el 30 de agosto que iniciaron las clases no han hecho aseo en los baños, aunque turnan a los padres de familia para hacer limpieza en el salón.
Afirmó que esta situación ya la conoce la Supervisión, por lo que los padres piden que atiendan el tema y se aplique alguna medida en el salón o en la escuela en el que se garanticen los protocolos, pues al momento, hay solamente un caso confirmado, pero no quieren que se expandan los contagios.
De acuerdo con las acciones a realizar ante la presencia o sospecha de casos de COVID-19 establecidas por la Secretaría de Salud y Educación estatal, sí hubiera la presencia de uno o más casos confirmados en el mismo salón, la jurisdicción sanitaria correspondiente entablaría comunicación con los posibles contactos del alumno, docente o personal administrativo que hayan resultado positivos a COVID-19, para realizar el estudio de caso para evaluar la suspensión temporal de clases presenciales del grupo al que pertenecen los alumnos con síntomas.
En tanto, señalan que los estudiantes y docentes se mantendrán en estricta vigilancia en casa, si presentan intensificación de síntomas o complicación del estado general, deberán acudir a los servicios de salud.
El resto de los alumnos del salón involucrado o de la oficina administrativa, deberán atender las recomendaciones del personal de Salud, con la constante vigilancia de signos y síntomas en los demás compañeros; el regreso a clases se dará una vez que no presenten síntomas y hayan cumplido el resguardo domiciliario de 28 días.
Laura Velásquez