Pese a que desde el pasado 18 de octubre el Estado de México avanzó al color verde en el semáforo de riesgo epidemiológico de COVID-19, los templos e iglesias de la Arquidiócesis de Toluca, mismos en los que está permitido un aforo del 80 por ciento, no han tenido mayor afluencia de feligreses, quienes han decidido esperar un poco más y permanecer en casa.
Al respecto, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, Cardenal y obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, señaló que, si bien la práctica religiosa en los templos católicos se redujo por motivos de la pandemia, las misas a través de la vía virtual llegaron para quedarse.
“Las misas a distancia no van a desaparecer, incluso seguirán una vez que se alcance la nueva normalidad que traerá consigo el avance de la pandemia”.
Siguieron medidas sanitarias
Arizmendi Esquivel explicó que, desde el inicio de la contingencia sanitaria, en marzo de 2020, la práctica religiosa en los templos se redujo considerablemente; situación que destacó, fue generalizada tanto en el mundo y en el país, por lo que el Estado de México no fue la excepción. Señaló que las diversas Arquidiócesis fueron responsables al acatar las restricciones de aforo durante 18 meses, ello para preservar la salud de los feligreses y de los propios miembros de la comunidad sacerdotal.
“La presencia física en los templos se redujo desde cero, hasta una presencia gradual, según el color del semáforo epidemiológico que nos iban marcando las autoridades sanitarias”.
Afluencia antes de pandemia
Monseñor Felipe Arizmendi comentó que, a una semana de la puesta en marcha del semáforo verde en territorio mexiquense, la presencia de los fieles católicos se ha ido recuperando paulatinamente, aunque precisó que aún no se ha llegado a la misma cantidad de fieles que asistían a los templos e iglesias antes de la emergencia de salud.
Consideró que ello obedece a que, si bien, un gran porcentaje de la población ya cuenta con al menos una dosis de la vacuna anti COVID, los niños y muchos jóvenes que también participaban en las iglesias aún no han sido inmunizados.
Pese a que vio con buenos ojos las celebraciones religiosas a través de redes, consideró que es probable que algunos fieles, por comodidad o egoísmo, prefieran quedarse en casa de manera permanente, antes que asistir a los templos.
Tecnología
Destacó que el uso de la tecnología para transmitir en tiempo real las celebraciones religiosas permitió que muchos fieles siguieran la misa y otros eventos religiosos desde la comodidad de su hogar y sin poner en riesgo su salud. “Esta práctica religiosa virtual ha aumentado muchísimo, y creo que es un logro que no se perderá (…) muchas personas alimentan su fe desde una transmisión virtual”.
Karina Villanueva