Del discurso a la credibilidad
Martha Gonz�lez
El presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador y su equipo tiene que ponerse a trabajar ya en dos estrategias, por lo menos. Una, que le de resultados en alg�n sector, de preferencia el econ�mico o el de seguridad. Dos, la m�s urgente, que le permita explicar la razones del mal arranque de su gobierno.
Y es que ya por fin est�n las cifras del Secretariado Ejecutivo, que no puede desmentir y se�alan que, contrario a lo que ha asegurado desde los primeros d�as de su gobierno, no hay buenos resultados en materia de seguridad, por el contrario.
Las estad�sticas se�alan que el primer trimestre de 2019 ha sido el mas violento en muchas d�cadas, tantas que hay quien dice que ser�a la peor �poca de violencia en la historia moderna de M�xico.
Lo que s� podemos asegurar es que le ha ido peor a M�xico en materia de seguridad en este trimestre que en cualquier primer trimestre de los 6 gobiernos federales anteriores.
Se trata de 7 mil 242 carpetas de investigaci�n por homicidio, lo que significa que ese n�mero de personas fue asesinadas en lo que va de 2019, eso significa que la violencia crece, no se detiene ni mucho menos disminuye, por el contrario.
Hay que agregar adem�s que tampoco hubo crecimiento econ�mico en este periodo, es decir, este indicador fue de cero, cosa que tampoco hab�a sucedido desde hace d�cadas.
Si bien es cierto que es poco tiempo para calificar a un gobernante y que apenas son los tres primeros meses de esta administraci�n, tambi�n lo es que el discurso de que �vamos bien� no aplica.
El fin de semana, luego de los hechos violentos en Minatitl�n, Veracruz, cuando un comando armado atac� una fiesta familiar y asesin� a 13 personas, incluidos menores de edad, en plena Semana Santa, el Ejecutivo Federal dijo que todo esto se debe a los gobiernos corruptos anteriores que le heredaron un cochinero. �Hasta cu�ndo este discurso le funcionar�?
Lo que m�s preocupa es que, o L�pez Obrador sab�a que las cifras que ofrec�a en su conferencia de las ma�anas estaban equivocadas y aceptaba maquillarlas o alguien lo ha estado enga�ando. Ambas opciones son graves, en especial cuando hace unos d�as, defendi� esos �n�meros� de manera tan f�rrea, ante los cuestionamientos de Jorge Ramos.
Para colmo, dijo que estaba convencido de que podr� resolver el problema porque ya lo hizo cuando gobern� la Ciudad de M�xico. La diferencia es que entones hab�a menos de 10 muertos diarios en la capital del pa�s, mientras que ahora gobierna el territorio nacional, donde se han presentado m�s de 7 mil en tres meses.
As� las cosas, urge que el presidente adec�e el discurso, de manera que se refleje preocupaci�n por la gravedad de este asunto, o de lo contrario empezar� a perder credibilidad y su mayor activo ahora es el apoyo del pueblo, no se puede dar el lujo de dejarlo ir.