Crisis penitenciaria
Martha Gonz�lez
Menudo l�o en el que se meti� la Secretar�a de Seguridad del gobierno mexiquense cuando se le ocurri� mal informar acerca del deceso de un preso en el penal de Chiconautla.
Y es que hasta enviaron bolet�n del asunto, en el que aseguraban que la muerte del interno se deb�a a una sobredosis, pero luego, ante las denuncias de los familiares que aseguran que hay en el cad�ver se�ales de tortura, la propia secretaria Maribel Cervantes tuvo que aceptar que hay dos custodios en proceso de investigaci�n. A�n as� insisti� en que el fallecido s� hab�a consumido alguna droga.
En todo caso, sirvi� el mal c�lculo en el proceso informativo -todos sabemos que en la era digital nada se puede ocultar- para que la secretaria insistiera en la necesidad de dar soluci�n a los problemas en los penales mexiquenses, donde reconoci� que el autogobierno es una amenaza grave.
Dice que el hacinamiento es tal que la disputa diaria entre los reos es por quienes deber�n dormir de pie.
Obviamente con los dos penales que planea construir el gobierno estatal no se resolver�a el problema, pero en mucho ayudar�, pues lo cierto es que las c�rceles est�n a reventar y as� es poco probable mantener el orden.
Y es que las recomendaciones de Derechos Humanos se�alan el poco o nulo avance en la materia, dadas las denuncias que reciben.
As� las cosas, entre los muchos pendientes presupuestales, ojal� que los diputados le den una mano al sector en los a�os venideros, porque la crisis del sistema penitenciario no puede postergarse m�s.
Informaci�n que salva vidas
Ayer el gobernador anunci� que en los actos p�blicos de entrega de tarjetas del Salario Rosa el Cemybs instalar� m�dulos de atenci�n para mujeres que padecen violencia.
Tendr�n a disposici�n en el lugar un abogado, un psic�logo y un trabajador social, para que las mujeres que lo requieran puedan tener el apoyo de manera inmediata y empezar con el proceso que a cada caso corresponda.
Vale la pena atender esta informaci�n, porque la violencia contra las mujeres es un mal que parece no tener freno, por lo que la ayuda y atenci�n que pueda acercarse a las v�ctimas puede ser factor para salvar vidas.