Ya estamos en el tramo final de las campa�as y la guerra sucia no se detiene, por el contrario. No s�lo en el Estado de M�xico, sino en todos los lugares del pa�s donde habr� elecciones, pero eso no es consuelo.
La violencia parece dirigida espec�ficamente para desalentar la participaci�n ciudadana, y lo est�n logrando.
Las im�genes del momento en que disparan a Alma Barrag�n, candidata de MC en Morole�n asesinada en pleno acto de campa�a son escalofriantes y desde luego impactan en el �nimo del electorado.
As�, se confirma que estas elecciones ser�n un asunto de estructuras, pero la cosa est� que arde.
Resulta que desde el a�o pasado los recursos federales corren a diestra y siniestra sin control ni filtros.
La desaparici�n de las delegaciones del gobierno de la Rep�blica en las entidades, con el famoso� argumento de la austeridad, fue solo un pretexto para abrir la llave sin que estorben reglas de operaci�n.
Los Siervos de la Naci�n se dedican a entregar recursos a cambio �nicamente de dos cosas: la credencial de elector y asistir a los m�tines de Morena.
Resulta que incluso hasta la propia gente de la comunidad se�ala quien va y quien no a esas actividades y ese es el �nico control.
Por lo dem�s, el dinero ser� imposible de rastrear y es un asunto grave, porque si hoy podemos se�alar la corrupci�n de los gobiernos pri�stas y panistas es porque exist�an candados.
�C�mo vamos a poder determinar cu�nto dinero se ha gastado el gobierno federal en estas campa�as, en su necesidad de mantenerse a flote?
En los municipios del Valle de M�xico donde se entregaron apoyos, a fondo perdido, por hasta 90 mil pesos para ampliaci�n de vivienda, en los t�rminos ya descritos.
Literalmente, los r�os de dinero corren hace varios meses y nadie se atreve a decir nada, pues as� se construyen lazos de complicidad, lo sabemos.