En el Estado de M�xico el feminicidio no cede. Resulta que otra vez encabezamos la nada honrosa lista de incidencia en este delito y, mientras tanto, parece que a las autoridades se preocupan m�s por cuatro pseudo feministas que tienen secuestrada la entrada del Congreso mexiquense en una especie de di�logo de sordos.
Hace ya unos meses que un grupo de mujeres que se autodenominan feministas se plantaron a las afueras de la legislatura mexiquense y desde ah� han lanzado una serie de consignas y ataques a cuanto ser humano se les atraviese por enfrente.
Odian a los hombre, extremistas como lo son y presumen. Probablemente eso podr�a entenderse. La cosa es que tambi�n detestan a la comunidad LGBT, a las mujeres que no piensan y act�an como ellas, los medios de comunicaci�n, los periodistas, y a todo aquel que se les acerque, o no.
Todo eso estar�a bien, es decir, est�n en su derecho de odiar al mundo entero. Lo que no deber�an poder hacer es violentar a otros ciudadanos y desquiciar al centro de la ciudad porque odian al mundo.
Ya del grupo feminista quedan solamente en el plant�n cuatro mujeres, a veces dos, por dem�s violentas y agresivas, pero han sido suficientes para armar cualquier tipo de desmanes que usted imagine.
Cada vez que tienen ganas vandalizan la sede del Congreso. Pero tambi�n los locales comerciales circunvecinos, los monumentos hist�ricos, los portales y todo lo que pueden.
La �ltima. Atacaron la fuente del jard�n a las afueras de la legislatura con un mazo -con el que, por cierto, amenazan a los transe�ntes- hasta dejarla en ruinas.
�Por qu� se les permite? No lo comprendemos. �Por ser mujeres? Ellas, ninguna de las cuatro, fueron v�ctimas de alg�n delito, ni sus familiares.
De hecho, los de Morena dicen que son financiadas y utilizadas por el PRI, los del tricolor se las atribuyen a Morena, los del PT tambi�n meten las manos y al final, nadie pone orden.
Ya a estas alturas del partido, eso se sali� de control y el plant�n no le es de utilidad a nadie, mucho menos a las causas feministas.
Y es que solo sirven para darle mala fama al feminismo, adem�s de que le dan argumentos a los que prefieren salirse por la tangente que enfrentar y resolver el problema de fondo.
A las mujeres nos matan en M�xico por el hecho de ser mujeres, el Estado de M�xico es de los mas violentos. Nos secuestran, violan, torturan, asesinan, vuelven a violar, desmembran y tiran al drenaje. Lo hacen maridos, ex maridos, novios, ex novios, amantes, amigos, aspirantes a parejas, primos, t�os, hermanos, padres o vecinos. El c�rculo cercano, pues.
Eso no se resuelve con cuatro mujeres violentas que no entienden de lo que se trata esta lucha y les interesa menos, as� que la autoridad debe poner fin a ese teatro y concentrarse en buscar soluciones de fondo para este tremendo problema.