El presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador insiste en el regreso a clases presenciales y, como acostumbra, pretende que por decreto presidencial habr� condiciones para cumplir sus caprichos y no habr� quien lo detenga porque dice que ya necesitamos regresar.
No cabe duda que L�pez Obrador est� convencido de que �l es M�xico, porque piensa que con su sola decisi�n va a reactivar al pa�s.
No ha entendido que �l es un ejemplo para millones de mexicanos que deben asumir la gravedad de la pandemia, que amenaza gravemente con su tercer ola, y tomar las previsiones que requiere.
Mientras tanto, subimos en las estad�sticas y por m�s que al Ejecutivo federal le parezcan odioso, estamos en grave riesgo. Eso significa que la pandemia en M�xico est� lejos de ser superada y la vuelta masiva a las aulas es una amenaza tremenda para nuestra gente, tan vulnerable, tan enferma y descuidada, con un sistema de salud muy endeble que apenas ha conseguido subsistir solo Dios sabe c�mo.
En ese contexto, son ya muchos los gobiernos estatales que le han dado la espalda a los lineamientos federales y han determinado esperar.
La Ciudad de M�xico es ya la �nica que le sigue la corriente.
El Estado de M�xico tiene que ser muy cuidadoso, estamos en el centro de la pandemia, hay millones de vidas en riesgo y es responsabilidad del gobernador Alfredo del Mazo cuidar de ellas con todo lo que tenga a la mano.
Por lo pronto, el mandatario estatal tambi�n ha dicho que el territorio mexiquense sigue en sem�foro amarillo y que si los contagios no ceden volveremos a las restricciones.
Sin embargo, hay que decir que la falta de criterio del presidente de la Rep�blica disminuir� en mucho los esfuerzos de los gobiernos locales que tratan de mantener a la gente en sus casas.
Solo esperamos que no haya un repunte m�s grave con las vacaciones, ya que apenas la libramos de los m�tines de campa�a.