Aunque no faltaron las presiones, el gobernador Alfredo del Mazo no cedi� y permanece en EdoM�x la obligatoriedad de usar cubrebocas en p�blico, tanto en lugares abiertos como cerrados, a�n con Semana Santa.
Y es que si nos cuidamos y observamos las medidas preventivas, se podr�n seguir retomando actividades poco a poco.
Ya en estas vacaciones se permiti� que abrieran plazas, centros comerciales, centros vacacionales, cines, restaurantes y bares con medidas de control que, b�sicamente toca a los ciudadanos obedecer, para que todo mejore.
Se trata de decenas de miles de familias que dependen de estos empleos y era urgente apoyarles.
El problema es que mientras con los empresarios formales avanzan negociaciones y se acuerdan protocolos, el ambulantaje crece sin control por todo el estado.
En cualquier colonia puede uno toparse con puestos improvisados en sus propias casas o autos, que ofrecen cualquier cantidad de productos. Mercaditos y tianguis que nacen al amparo de la necesidad de un d�a para otro.
Hay de comida, dulces, bolsas, peluches, vaya, la lista es interminable y ah� se topa uno con gente ajena a las grandes mafias del ambulantaje.
Se trata de ciudadanos comunes que no tienen empleo gracias a la pandemia, no les alcanza con el ingreso familiar o encontraron que conven�a m�s esta actividad que un trabajo mal pagado y sin prestaciones sociales.
Luego de la pandemia ser� necesario hacer un recuento para conocer las condiciones en las que nos quedamos, pero el panorama no es nada alentador, porque estas p�simas condiciones no son producto de la pandemia nada m�s, ya las tra�amos arrastrando.
Por lo pronto, es urgente que los gobiernos municipales hagan su parte y empiecen a revisar, que en los sitios irregulares al menos se cumplan algunas medidas sanitarias b�sicas, para que no sigan siendo focos de infecci�n.
Ya que no se deciden a erradicarlos, por las razones que sea, al menos que se dediquen a revisar que usen gel, cubrebocas y sirvan s�lo para llevar.
Ya le toca a los ayuntamientos, �no? �Ser� que le temen a ejercer la autoridad?