Dice Mario Delgado que 3 millones de participantes y 19 incidentes es el saldo de la elecci�n interna de Morena. La realidad lo desmiente.
Lo cierto es que hubo una copiosa participaci�n, pero tambi�n es verdad el acarreo y todas las dem�s irregularidades que se�alaron propios y extra�os.
Pero claro, la ventaja de no tener estructura ni orden es que no hay manera de hacer un balance real.
As� las cosas, les conviene mantener el desorden, disfrazado de democracia y las viejas pr�cticas escondidas detr�s.
Lo cierto es que hubo acarreo, compra de votos, carrusel y todo tipo de ma�as, pero dice Delgado que si se demuestran tomar� cartas en el asunto, como dec�an anta�o, el problema no es hacer trampa, sino que te cachen.
Lo que s� es verdad es que se trat� de una guerra de estructuras, pues todos los aspirantes quer�an tener la mayor representaci�n posible a lo largo y ancho del pa�s.
Esos n�meros valdr�a la pena conocerlos, saber qui�n moviliz� m�s y qui�n menos. Lo �nico cierto es que solo las ollas conocen sus hervores, ya se ver� al final.
Reparto anticipado
Mientras, en el Estado de M�xico, est� interesante el asunto para Morena.
Ellos est�n tan seguros de que van a ganar que ya se est�n repartiendo el pastel y todav�a ni siquiera empieza el a�o electoral.
Ya los aspirantes est�n haciendo cuentas alegres de con qu� parte del bot�n -l�ase gobierno estatal se van a quedar-.
Por eso, a�n cuando saben que no pueden ganar la candidatura, algunos se est�n movilizando para quedar lo mejor posicionados posible y alcanzar un buen hueso en el gobierno que creen tener asegurado.
Ser�a mejor que se pusieran a trabajar en sus estructuras y en las heridas que va a dejar abiertas su proceso interno, no sea que se desangren antes de tiempo.
Por cierto, la �nica que tiene certeza en ese proceso interno no ha dicho ni pio: Delfina G�mez.