Todav�a no tenemos el monto que gastar� el Instituto Electoral en el proceso electoral, ni en las prerrogativas que tocan a los partidos para el a�o de la elecci�n del gobernador el a�o que viene. Sin embargo, podemos prever que ser� millonario.
En la elecci�n de gobernador anterior, que gan� Alfredo del Mazo, el tope por partido era 20.3 millones de pesos, solo en cuanto a financiamiento privado. Entre financiamiento p�blico y privado, contando los partidos coaligados, ten�a un tope de gastos superior a los 204 millones de pesos.
Esta vez, como suele pasar, las elecciones mexiquenses costar�n cantidades estratosf�ricas, aunque ahora el gasto ser� parejo entre ambas coaliciones, pue la que encabeza Morena no se queda atr�s.
Estas cifras por lo menos deber�a servir para que los electores no se abstengan. Y es que, al final de cuentas, el gran enemigo a vencer es el abstencionismo.
Es muy lamentable revisar las cifras de participaci�n electoral, pues la mayor�a de los ciudadanos no acude a las urnas.
Los partidos pol�ticos resultan incapaces de convocar a los ciudadanos y los candidatos nunca alcanzan a cumplir esa meta en el tiempo de campa�a.
Y es que se vuelve una labor pr�cticamente imposible, en especial con campa�as tan cortas y tan restringidas en el uso de medios de comunicaci�n y otras alternativas.
La realidad es que pareciera que los procesos electorales est�n dise�ados para que nadie les haga caso y a la larga, todo ese dinero resulta un desperdicio, porque los ganadores terminan gobernando con una cantidad de votos irrisoria, en comparaci�n con la cantidad de ciudadanos.
Lo peor es que los partidos pol�ticos ponen las reglas y luego culpan a los institutos electorales de sus fallas.
Quienes tienen que convocar son los partidos y eso solo lo lograr�n a cabalidad cuando trabajen arduamente, tambi�n en tiempos no electorales.
La siguiente reforma electoral deber�a incluir exigencias m�nimas de trabajo a los partidos, dado que reciben dinero p�blico para estos fines.
Sin embargo, como ya hemos dicho, son los propios partidos, por medio de sus diputados, quienes hacen las reglas, por lo que seguramente no veremos una legislaci�n como esa.
Por lo pronto, en unas semanas veremos ir y venir los millones en campa�a, ojal� valga la pena.