Toluca al frente
En el análisis de los resultados electorales, es evidente que algo grave pasó con la llamada “maquinaria” priísta. Es evidente que hubo brazos caídos y banderas volteadas por todos lados.
Ante esa realidad es que vale más la pena reconocer a quienes permanecieron estoicos.
En el corazón del estado, la capital, por ejemplo, los números son muestra clara.
Y es que la Alianza va por el Estado de México consiguió 95 mil 695 votos, el 52.40 por ciento sobre 82 mil 099, el 44.95 por ciento de Morena y sus coaligados.
El alcalde Raymundo Martínez cumplió su promesa, recordemos que antes del inicio de la campaña le prometió a del Moral que en Toluca ganaría con holgura, así fue.
Baste revisar los números y se constatará que 65 mil 711 votos, 35.9 por ciento, la mayoría fueron para el PRI.
Luego, en segundo lugar, con 22 mil 477 mil votos, el 12.3 por ciento para el PAN; para el PRD 4 mil 421 sufragios, 2.4 por ciento y 3 mil 086 votos, el 1.6 por ciento para NA.
Así pues, el alcalde confirma su liderazgo, para pesar de muchos, como la diputada incómoda, Teresa Castell, o el fuego amigo de Braulio Álvarez y Paola Jiménez y Gerardo Lamas, que insisten en colgarse medallas que no les corresponden y muy pronto quedará demostrado, a la hora de volver a las urnas por sí solos.
Lo cierto es que esta fue una batalla que dieron dos liderazgos, Raymundo Martínez y Melissa Vargas, que también dio el todo desde su posición de lideresa del PRI en la capital. No de gratis fueron ellos el blanco de los ataques de Morena, baste ver la reciente arremetida contra la diputada.
Proyectos sexenales
La cantidad de mexicanos en pobreza no disminuye, por el contrario, aumenta, sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le apuesta a la misma fórmula que tanto criticó, programas clientelares.
El problema es que durante varias décadas se han invertido decenas de millones de pesos en programas asistenciales en todo el país, con resultados magros, por decirlo de manera amable.
En cambio, en políticas productivas, como las derivadas al campo, a las PyMES a la dotación de servicios que atraigan la inversión o a la disminución de trámites para la apertura de empresas parecen importar poco.
Pero al presidente López Obrador lo que menos le importa es el crecimiento del país.
Por desgracia, decenas de programas que estaban destinados a la promoción de micro y pequeñas empresas, a la investigación, a la promoción de inversiones, al apoyo a emprendedoras y emprendedores, al turismo e incluso al campo, se fueron por la borda para apoyar los proyectos de lucimiento del nuevo sexenio.
Mientras, la tan famosa austeridad y el combate a la corrupción fueron las grandes promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador para resolver la problemática social de este país tan lastimado por décadas de olvido y que apostó a un gobierno de izquierda con la esperanza de recibir respuesta a sus anhelos.
Martha González Aguilera