Mujeres con bienestar
La gobernadora Delfina Gómez presentó ayer su versión del programa de apoyo a mujeres en condición de pobreza que antes se llamaba Salario Rosa.
En realidad hubo pocos cambios en el Mujeres con Bienestar, salvo la insistencia en que antes no era para todas y ahora sí lo será, porque el registro sera abierto y directo, por lo demás es básicamente el mismo programa.
Hay posibilidad de capacitación más allá de carreras técnicas, cosa que vale la pena destacar, pro por lo demás, al parecer abarcará todo el espectro ya conocido, en materia de salud, atención legal, médica y un largo etc.
Es una gran noticia, primero, porque la gobernadora estaría cumpliendo la palabra empeñada en campaña con las mujeres mexiquenses, de sostener el programa.
Luego, porque hay que destacar que dar continuidad a un programa emblemático del gobierno anterior parecería difícil, con el cambio de régimen y todo, pero al parecer Horacio Duarte supo darle bien la vuelta -ayer lo reconoció la gobernadora como el artífice del nuevo programa-.
Ahora el reto es mayúsculo, pues el nuevo gobierno ha insistido en que antes utilizaban este asunto con fines políticos, aunque en realidad una de las razones de los priístas para odiar a Del Mazo era justamente la queja de que no les permitieron utilizarlo con fines electoreros desde el PRI.
El chiste será ver cómo avanza el registro y el reparto. Ya ayer en redes sociales se desbordaron las mexiquenses en quejas de que no funcionaba la página y no lograban avanzar.
Hay que tener paciencia, fue apenas el primer día, pero más vale que están preparados porque este tipo de registros con la dimensión del Edoméx suele ser un reto.
Inseguridad, punto
En las semanas recientes hemos tenido en el Estado de México incidentes que nos ponen de golpe y porrazo de frente a nuestra realidad en cuanto a seguridad, a pesar de que el buevo gobierno empieza ya a hacer cuentas alegres y presumir logros.
Sin embargo, hay en realidad muestras de la descomposición sistemática que ha sufrido la seguridad en nuestra entidad desde hace varios años y que ahora tiene sumida en el miedo a toda la entidad.
Si vemos las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a octubre del presente año, 324 mil 259 se cometieron en el Estado de México, las cuales señalan que en territorio mexiquense aumentó la incidencia en delitos como extorsión, robo en transporte público, narcomenudeo y violación.
Ya si le agregamos el horror de los feminicidios y las desapariciones, hablamos de que esperaríamos que nuestras autoridades estuvieran movilizadas con la misma energía y contundencia que lo hace la delincuencia.
La gran pregunta es, quién pondrá en orden en el ámbito municipal. Es claro que sin el mando único y con la garantía del Municipio Libre, el gobierno estatal no tiene atribuciones ni autoridad para intervenir, al menos esa es la justificación.
Sin embargo, entre que la delincuencia organizada es asunto del gobierno federal y que con los cuerpos policiales municipales no se puede intervenir, los ciudadanos vivimos entre dos fuegos, vulnerables, con temor y sin que se vea en el horizonte la posibilidad de mejorar. ¿Así nos vamos a quedar?
Y entonces, ¿cuál será la tarea de seguridad que sí desempeñará el gobierno estatal, aparte de asistir a las mesas de seguridad todas las mañanas?
Martha González Aguilera